El presunto incendiario es reincidente y vivía de okupa

La Guardia Civil detiene como autor de los fuegos a Pedro Javier M. R.

19 ene 2022 / 19:31 H.
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Caso resuelto. La Guardia Civil de Alcalá la Real detuvo, ayer, hacia las once y media de la tarde, al presunto autor de los incendios ocurridos en la noche del sábado al domingo en el casco antiguo. ¿Quién es el sospechoso de unos hechos que causaron alarma entre los vecinos?

El arrestado es Pedro Javier M. R., de veintisiete años, oriundo y residente en la ciudad. De hecho, hasta su arresto vivía muy cerca del lugar de los hechos, según las fuentes como okupa en un inmueble de la calle Santísima Trinidad. A pesar de su edad ya tiene antecedentes de lo más variado, como delitos contra el patrimonio y relacionados con las drogas. Lo más llamativo es que también los posee por fuegos, sucesos acontecidos fuera del municipio. Permanece en los calabozos de la Policía Local a la espera de su puesta a disposición judicial, que está prevista para hoy. El joven tiene muchas papeletas para ser enviado a prisión preventiva.

Todo apunta a que Pedro Javier M. R. estaba preparado para marcharse del municipio, se supone que movido por la presión social, dado el impacto del inesperado episodio, y el avance de la investigación. Según la Guardia Civil, en el momento, durante la detención se localizó en su morada una maleta con efectos personales y ropa, lo que hace pensar en su voluntad de marcharse. El registro permitió a los agentes recuperar objetos sustraídos del interior de los vehículos incendiados y que fueron transportados con una carretilla hurtada en un solar situado frente al lugar en el que ocurrió el último incendio.

El Instituto Armado explica que el individuo simuló que colaboraba con sus indagaciones, hasta el punto de que llegar a indicar a los agentes la identidad de posibles autores, en una estrategia para despistar sus pesquisas y para dilatarlas y entorpecerlas. Pedro Javier M. R. deberá hacer frente a importantes cargos, entre los que se encuentran daños en vehículos, incendio —con la agravante de que en uno de los casos intentó prender fuego a una vivienda habitada con sus habitantes en el interior— y robo con fuerza. Todo esto da idea de la envergadura y la gravedad de los hechos.

Para sustentar la acusación se cuentan con los testimonios de las personas correspondientes a esa noche, entre ellos los de quienes vieron a una persona que se dirigía con el carro de mano antes citado por el entorno del edificio de La Trinidad, muy cerca del lugar de residencia del sospechoso. En segundo lugar están las pertenencias recuperadas que fueron robadas de los vehículos. Por último, los vestigios del acelerante empleado en los citados incendios. El cuerpo está pendiente de confirmación este extremo, una circunstancia que es analizada por el equipo de Laboratorio perteneciente a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil.

Unas escenas dantescas, que soliviantaron al vecindario

Lo vivido la noche del sábado al domingo en Alcalá la Real tiene pocos precedentes en el municipio, al menos con tal alcance y tal reiteración. Queda una incógnita. ¿Por qué se perpetraron los incendios? No hay una explicación racional, por lo que los vecinos sospechan que se debe a algún tipo de desarreglo psíquico del autor.

Los hechos dejaron un escenario realmente dantesco. Primero, se prendió fuego a un todoterreno en la calle Abu-Yafar. Después los incendios afectaron al tramo superior de la cercana calle Miguel de Cervantes —de los Caños—. Primero, al prender fuego a las cortinas de una casa —solo ardieron estas, la persiana y la ventana—, cuyos habitantes pudieron salir ilesos. Después, solo unos metros más arriba, pero en la otra acera, se incendió un automóvil, que quedó totalmente calcinado. Entre los dos lugares se encuentra el solar del que se sustrajo el carro de mano. Todo esto ocurrió en un breve espacio de tiempo.

Las consecuencias de la conducta del delincuente dejan, más allá de la intranquilidad y la indignación generados entre el vecindario, son considerables. Aunque no hubo daños personales, ardieron totalmente dos vehículos, al menos otros dos sufrieron daños menores y varias viviendas sufrieron daños —la citada casa y desperfectos en las fachadas de otras—, aparte de incidencias en el cableado. Las consecuencias no fueron peores porque varios turismos fueron retirados de la zona. En la extinción, aparte de los vecinos se implicaron los bomberos y agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil de Alcalá.

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