El “José Garnica Salazar”, un ejemplo de centro sin barreras

El Día Internacional de la Discapacidad fue la simbólica fecha elegida para presentar el programa de accesibilidad cognitiva y sensorial del colegio de Infantil y Primaria José Garnica Salazar. La iniciativa va en la línea de eliminar todas las barreras, no solo las físicas —ya había un ascensor y rampas—, para facilitar que cualquier persona pueda hacer uso de las instalaciones con independencia de su situación. Así lo destacó, en declaraciones a Diario JAÉN, el director, Serafín Martos, quien destaca que el objetivo es que la idea “sirva de lanzadera”, de manera que utilicen esta filosofía también otros centros y administraciones, como la local.

El proyecto, surgido del equipo de Orientación y Apoyo, comienza a implantarse el presente curso académico. Entre las iniciativas, la colocación, en todas las dependencias, de pictogramas —dibujos— inteligibles por gente de cualquier país —fueron implantados por el Gobierno de Aragón, pero tienen dimensión internacional—. Es una forma gráfica de mostrar las distintas zonas del colegio. Además, se implantan otras medidas. Una de ellas, con una clase de cuarto como aula piloto consiste en colocar pelotas de tenis partidas por la mitad para evitar que pupitres y sillas suenen al moverse, en atención a los niños del colegio que son más sensibles a los ruidos. De la propuesta se benefician los alrededor de 450 alumnos y los casi cuarenta trabajadores, entre maestros y personal no docente, así como familias y cualquier otro visitante al centro.

Serafín Martos hizo de anfitrión en la puesta de largo, a la que se invitó al Ayuntamiento y a representantes de colegios e institutos locales. Acudieron el alcalde accidental, Ángel Montoro, y la concejal de Servicios Sociales, Mercedes Linares. El director y la profesora de Audición y Lenguaje Eva Linares se encargaron de explicar el proyecto a los presentes. Al término del recorrido se descubrió una placa que reconoce el esfuerzo del colegio José Garnica Salazar por la accesibilidad, algo por lo que felicitaron al centro los dos responsables municipales.

Después de conocer la interesante iniciativa de integración, Ángel Montoro y Mercedes Linares se desplazaron hasta Cristo Rey. Allí participaron en un taller de sensibilización, impartido por el colectivo de familias de niños con necesidades especiales Afanies a estudiantes de segundo de Secundaria. Los dos munícipes tuvieron la oportunidad de experimentar personalmente las barreras arquitectónicas a las que se enfrentan diariamente las personas con diversidad funcional y movilidad reducida. También asistieron a la proyección un vídeo que muestra la situación en la que se encuentra este segmento de la población cuando cumple veintiún años, pues a partir de esa edad no tienen la opción de continuar en sus centros educativos