Dos afines a Vox, expulsados de un grupo en Ermita Nueva

La administradora del “whatsApp” de la aldea actúa tras polémicos mensajes

    16 nov 2019 / 13:16 H.
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    El grupo de whatsApp de Ermita Nueva reúne a unas 240 personas, aunque después de las elecciones del pasado domingo se produjeron dos controvertidas bajas. La caja de los truenos se abrió a raíz de las elecciones en la aldea. Nada más saberse los resultados, el pedáneo, Antonio Pedro López, quien además es el presidente de la asociación de vecinos con la que está vinculado el grupo y formó parte de la lista del PSOE a las municipales de mayo, escribió: “Segunda fuerza política en E. Nueva, el fascismo, poca memoria tenemos, espero que no tengamos que arrepentirnos. Pienso que solo es incultura. Perdonad mi sinceridad, pero es lo que pienso. El único partido que no respeto y nunca respetaré”. A raíz de esas palabras, un miembro del colectivo contestó: “Cada uno vota lo que quiere, el voto es libre” y otro: “O depende de las putás [sic] que algunos hagan a la gente”.

    El primero, agregó: “Miguel, el alcalducho este solo quiere que votemos a los sullos [sic] solo”. La cosa se caldeó y en el rifirrafe entró la administradora, que es la esposa de Antonio Pedro López. Uno de los miembros que fue expulsado continuó: “Como en Cataluña, el que no vota a los socialistas es facha o fascista”. El otro reenvió un mensaje en el que se dice que vota a Vox porque le sale de —ahí incluye un icono de huevos— y negó ser racista u homófobo y se definió como defensor de la “igualdad real”. “Me la suda Franco y también Santiago Carrillo y la Pasionaria”, precisaba, para acto seguido justificar su apoyo a Vox porque, según él, los otros partidos tachan al hombre de maltratador y llaman facha a quien defiende la unidad de España, aparte de abogar por una inmigración regulada. Ahí llegaron las expulsiones. La administradora luego aseveró que no había echado al supuesto votante de Vox por motivos políticos sino porque “nadie tiene derecho a insultar despectivamente [sic]”. Y acabó: “A mí me han mandao [sic] mensajes de que no quieren en el grupo a gente polémica. Perdonad si alguien se siente ofendido”. Quien se confesó partidario de Vox, en declaraciones a Diario JAÉN, opta por no echar más leña al fuego. Por su parte, el pedáneo afirma que el otro fue expulsado porque ya no vive en la aldea y que al primero ya hubo que excluirlo con anterioridad del grupo.

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