Directo a la cárcel por el crimen

El juzgado dicta ingreso en prisión preventiva para D. A., el sospechoso de la violenta muerte de Francisco Zúñiga

01 mar 2021 / 11:54 H.
Ver comentarios

Las previsiones se cumplieron y la Justicia determinó que existen motivos suficientes para enviar a prisión a D. A., el hombre de 33 años y nacionalidad rumana, detenido el viernes por la noche como presunto autor de la muerte de Francisco Zúñiga. En un despliegue que recordaba al de las redadas contra la droga de la primavera de 2017, las Fuerzas de Seguridad cortaron el acceso a la calle de la sede judicial por ambos lados. De esta manera, no llegó a agotarse el plazo de 72 horas disponibles.

El sospechoso declaró en el juzgado de guardia, el de Primera Instancia e Instrucción número 1 —cuya titular es Inmaculada Leyva—, ayer por la tarde, durante alrededor de cuatro horas. Después de su marcha, comenzaron los preparativos para el traslado hasta el centro penitenciario Jaén II. De esta manera, con el auto que determina su ingreso se cierra un episodio luctuoso para el municipio, que comenzó el viernes, hacia las ocho y cuarto de la tarde, cuando el individuo apuñaló reiteradas veces a su víctima, que estaba indefensa. Esta circunstancia y el supuesto ensañamiento pueden ser fundamentales como agravantes de los delitos que se le imputan. La juez contó con todo el material recogido en las diligencias instruidas por la Guardia Civil desde el viernes. Una de las cuestiones en el proceso de instrucción que se abre ahora y en el posterior proceso es los tribunales será determinar si pueden tipificarse los hechos como asesinato o quedan en homicidio.

Los luctuosos hechos ocurrieron a las puertas de la iglesia de Consolación, donde el difunto prestaba servicios de sacristán de una manera totalmente desinteresada. Por el lugar y las circunstancias —en esos momentos se celebraba dentro del templo un acto de Cuaresma— fueron numerosos los testigos del suceso. La hipótesis que se baraja es que el presunto agresor —que ejercía con frecuencia la mendicidad— pretendía entrar sin mascarillas en la céntrica iglesia, algo a lo que Zúñiga se negó. Prácticamente, sin mediar palabra lo apuñaló reiteradas veces, al parecer con una navaja, en zonas vitales. También se cree que lo golpeó en la cabeza. El sacristán pidió auxilio, aunque todo fue en vano. De hecho, la Policía Local intentó reanimarlo sin éxito dada la pérdida de sangre y la gravedad de las lesiones. El responsable de la inesperada agresión, cuyos motivos se desconocen, huyó del lugar con rapidez.

Una de las incógnitas es qué ocurrió con el arma blanca, probablemente una navaja, que llegó a ser buscada por los servicios de limpieza. Todo apunta a que el delincuente se deshizo de ella en su camino. Entre el momento del apuñalamiento y el de la detención, en un operativo conjunto de la Policía Local y el Instituto Armado, transcurrieron alrededor de dos horas. En ese tiempo hubo un amplio dispositivo de búsqueda, que incluyó agentes de paisano. Finalmente fue localizado en un bloque de pisos situado en las cercanías del recinto ferial.

El hombre tiene un perfil muy problemático. Llevaba ya tiempo en Alcalá la Real y causaba miedo a muchos vecinos por su aspecto y su actitud desafiante. Según fuentes vecinales, solía consumir alcohol en exceso, incluso en la vía pública. Además, como pudo saber este periódico, contaba con antecedentes policiales, aunque no ha trascendido su naturaleza. Los alcalaínos esperan que el crimen reciba el merecido castigo.

RECUERDO DE UN GRAN HOMBRE

Los alcalaínos, desde la misma noche del crimen, expresaron su dolor y la cercanía con la familia, que participó el sábado en una concentración institucional. A través de las redes sociales circulan cientos de comentarios y de muestras de pésame. También se depositaron velas y flores en el lugar del crimen. Alcalá es un municipio tranquilo donde este tipo de delitos tan graves resulta excepcional.

UNA PROTESTA QUE NO LLEGÓ A REALIZARSE

A través de las redes sociales, la misma noche del crimen, comenzó a circular la convocatoria para una protesta prevista para la tarde siguiente en la Plaza del Ayuntamiento. Sin embargo, finalmente no llegó a realizarse. El equipo de Gobierno animó a no secundar el llamamiento y destacó que no había permiso para la movilización, que se había lanzado pese a la pandemia. En su lugar pidió un minuto de silencio en casa.

Alcalá