Desalojo de un bloque de pisos al incendiarse una furgoneta

Situaciones de angustia en plena noche y bajo una intensa lluvia. El incendio de una furgoneta estacionada en la calle Italia, cerca de la confluencia con la Irlanda, obligó a desalojar, en torno a las dos y media de la madrugada de ayer, un bloque de pisos, situado en el número 6 de esta última vía pública. Más de quince personas —entre ellas varios niños— tuvieron que abandonar sus domicilios ante la magnitud de la humareda y las llamaradas, que alcanzaron la altura de la tercera y última planta del inmueble. Los vecinos, que según los vecinos llegaron con rapidez, se encargaron de la extinción. Hasta el lugar también se desplazaron la Policía Local y la Guardia Civil. Aparte de los destrozos en la furgoneta, sufrió daños de consideración en la parte trasera un vehículo aparcado al lado. Por otro lado, el lateral del bloque quedó ennegrecido y elementos como los canalones quedaron, literalmente, derretidos a causa de las altas temperaturas.

Los habitantes de dos de las viviendas no llegaron a salir, ya que se encontraban dormidos y no se percataron de los avisos para que salieran. Sin embargo, al final, todas las personas que residen en el lugar resultaron ilesas. Algunos pisos necesitaron ventilación ante la cantidad de humo que penetró.

Por la mañana se personaron en el lugar agentes de la Policía Judicial, encargada de la investigación. El propietario del vehículo en el que se declararon las llamas, José Alberto Parra —quien reside en el inmueble desalojado—, explica que la causa del suceso es un cortocircuito. De hecho, el fuego comenzó en la parte delantera y se extendió desde dentro hacia afuera. La furgoneta, que solía emplearse en trabajos de pintura, había sido aparcada horas antes. Tenía una antigüedad aproximada de diez años. El automóvil fue retirado a primera hora de la tarde.

Los propios vecinos, como una de las habitantes del piso situado justo al lado del lugar en el que se declaró el incendio, se dieron cuenta al oír unos chasquidos. Ellos mismos alertaron al servicio de emergencias 112. En un principio, temieron que pudiera tratarse de fuera un suceso provocado, máxime cuando en febrero hubo dos fuegos de ese tipo en vehículos.