Condena a un alcalaíno por varias estafas y por falsedad

La Audiencia de Sevilla impone a Francisco I. M. un año y nueve meses de cárcel, multa e indemnizaciones .

10 mar 2020 / 16:26 H.
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Un ejemplo de la lentitud de la Justicia. La Audiencia Provincial de Sevilla dicta ahora sentencia por un caso que se denunció en octubre de 2013. Se considera implicado en operaciones de financiación fraudulentas a Francisco I. M., un alcalaíno nacido en 1973 que, desde hace años, se ve salpicado como presuntos engaños en la venta de turismos.

Tanto él como a otro varón, que hacía de comercial en un concesionario de un pueblo del Aljarafe, se les impone una pena de un año y nueve meses de prisión por un delito continuado de estafa en concurso con otro de falsedad, más una multa de nueve meses con cuota diaria de seis euros. Se aprecia la atenuante de dilaciones indebidas. Aparte, Francisco I. M. y su cómplice son condenados a indemnizar, de forma conjunta y solidaria, a cinco víctimas y a financieras perjudicadas, con de decenas de miles de euros. En los hechos probados se habla de la comisión conjunta de al menos ocho operaciones irregulares con clientes de diferentes regiones.

¿Cuál era el método? Los encausados contactaban por internet con personas agobiadas por la necesidad de obtener financiación en efectivo y la dificultad para cumplir las exigencias de entidades de crédito. Según la sentencia, aprovechaban la posibilidad de suscribir un contrato de financiación a través de la adquisición de vehículos —Francisco I. M. era colaborador con empresas de compraventa—. Aprobadas las operaciones, los condenados disponían de los automóviles en beneficio propio —quedaban en sus manos para comercializarlos a terceros—, para más inri, “sin hacer entrega a los solicitantes de los préstamos de las cantidades de dinero acordadas, de tal manera que estos, además de sin dinero y sin vehículo, quedaban obligados al abono de las cuotas de los respectivos contratos de financiación”. Las sumas otorgadas en cada préstamo rondaban los 10.000 euros e incluso los superaban. En el proceso se falsificaron firmas de víctimas.

El comercial del concesionario hizo alguna operación en la que no participó Francisco I. M., una vez con una mujer, también condenada. En cambio, queda absuelto un varón acusado de receptación. En la sentencia, el alcalaíno figura como una persona “con antecedentes penales no computables, de solvencia no acreditada, en libertad provisional por esta causa de la que ha estado privado el día 17 de septiembre de 2014”.

Alcalá