Casi un tercio de puestos de mercadillo “no estaba al día”

Nuevo reproche del alcalde, Marino Aguilera, a anteriores equipos de Gobierno

11 oct 2019 / 16:27 H.

El 30% de los puestos del mercadillo semanal no están al corriente de pago. Ese es el resultado de las inspecciones encomendadas, el martes, a la Policía Local y el servicio de Rentas. La situación da pie al actual equipo de Gobierno del PP y Ciudadanos a cargar contra los de anteriores mandatos, dirigidos por el PSOE. El alcalde, Marino Aguilera, y los ediles de Seguridad Ciudadana, Jesús Aguilar, y de Comercio, Juan Manuel Marchal, critican la situación descubierta estos días.

Los responsables populares aseguran que se llevaba cuatro legislaturas sin inspeccionar las cuotas de la venta ambulante. La revisión se hizo puesto a puesto, lo que requirió la presencia de cinco agentes. Aguilera precisa que entre los vendedores que no estaban al día había algunos con deudas que se remontan a 2017. Por ello, el alcalde anuncia que se procede a la regularización. Adelanta que los controles se repetirán. Además, felicita al cuerpo a los trabajadores del área de Rentas.

En concreto, de acuerdo con los datos municipales veinte comerciantes debieron acogerse a la regularización y quedan pendientes diez a los que el Ayuntamiento da un plazo de veinte días para saldar la deuda. En caso de que no abonen las cantidades pendientes se revocará la licencia de una manera definitiva. En el término existen otros dos mercadillos semanales, uno en la entidad de Mures y otro en La Rábita, aunque en Santa Ana también hay venta de productos textiles, los fines de semana, en la plaza de la pedanía.

El concejal Jesús Aguilar apuntó que el operativo puesto en marcha en Alcalá se realizó sin incidentes. Por su parte, el objetivo, de acuerdo con Juan Manuel Marchal, es “equiparar el trato no sólo entre los vendedores ambulantes que acuden semanalmente a su puesto en el ferial, sino también entre el comercio local que pueda entender “algún tipo de agravio comparativo”.

El mercadillo alcalaíno atrae a numerosas personas no solo del casco urbano, sino de las aldeas e incluso de otros municipios cercanos. Supone la venta de artículos de alimentación —principalmente frutas y verduras— y de textil y zapatos. La asociación empresarial Acceipa —actualmente disuelta— criticó en varias ocasiones, años atrás, supuestas desventajas en comparación con los ambulantes.

El actual es uno de los numerosos desencuentros entre los actuales responsables municipales y los anteriores. La pasada semana, Juan Manuel Marchal y la concejal de Obras, Servicios y Urbanismo, Mercedes Flores, recriminaron a sus antecesores en el Ayuntamiento la pérdida de una subvención concedida por la Junta de Andalucía para acondicionar el lugar en el que se celebra el mercadillo de La Rábita. Una parte del dinero —uno 30.000 euros, con los intereses incluidos— deberá devolverse por incumplimientos.