Cartillas escolares con premio

El colegio rural Valle de San Juan anima a los niños a no ir a clase en coche, a comer fruta, leer y ser “eco”

12 mar 2020 / 16:43 H.
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Ir a clase en el colegio público rural Valle de San Juan es, literalmente, una alegría. El centro —cuya sede central está en La Rábita y tiene instalaciones en Ventas del Carrizal (Castillo) y Sabariego (Alcaudete)— implantó, hace unos días, unas curiosas cartillas. Se trata de otorgar premios a los alumnos que rellenan una serie de casillas. La iniciativa es tan exitosa que ya se han entregado los primeros obsequios a los menores que más se han esforzado.

¿En qué consiste la idea? La escuela implanta un sistema con incentivos para valorar los hábitos positivos. Hay dos tipos de cartillas. El primero tiene tres variables. En una se contabilizan los desplazamientos que no se hacen en vehículos de motor, por ejemplo a pie, en bicicleta o en patinete. En la segunda se encuentra el consumo de fruto —apoyo a la buena alimentación— y en el tercero se distingue a los más ecológicos —desayunos sin plástico y con recipientes de varios usos—. Hay que completar diez cartillas en cada parámetro —treinta en total— para lograr el regalo. Por otro lado, también se obtiene si se rellena la otra cartilla, es decir cuando los pequeños leen cinco libros.

La propuesta, enmarcada dentro del programa Ecoescuelas de la Junta de Andalucía, ha sido muy bien acogida por la gran familia que forma la comunidad educativa, formada por setenta alumnos —48 de ellos en La Rábita—, sus progenitores y catorce docentes. Los premios consisten en artículos sencillos y baratos, pero que ilusionan a los escolares. Son, por ejemplo, balones, estuches, cometas, aros y marcos para fotos. En paralelo se trabaja con la convocatoria Creciendo en Salud, con el que llegan a la escuela cajas de fruta para su consumo por los niños.

Los maestros están muy implicados con estas iniciativas, entre cuyos impulsores se hallan el jefe de Estudios, Juan Collado; la directora, Encarnación López; María Paz Lorenzo, coordinadora de Ecoescuelas y Mila Arenas, de Creciendo en Salud. Collado subraya la aceptación que recibe, en particular, el desplazamiento sostenible entre el domicilio y el colegio y viceversa. “Se nos ocurrió cuando vimos que esto se colapsaba de coches”, manifiesta. El enseñante subraya que el llegar y volver sin coche igualmente supone un esfuerzo para los progenitores que acompañan a los menores. Los propios alumnos, apunta, solventaron las lagunas que había en el sistema de cartillas, de forma que en el caso de los estudiantes procedentes de San José, que llegan en transporte escolar, esa variable se sustituye por buena conducta. En Ventas, los niños que llegan de fuera hacen el último tramo a pie.

Desde el colegio rabiteño se considera que es una manera muy interesante de alentar conductas saludables y que el modelo es perfectamente exportable a otros centros, tanto de Alcalá la Real como de otros municipios.

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