Alerta ante “mafias” de okupación del casco antiguo

Una situación compleja. Con la pandemia, sobre todo durante la campaña de la aceituna, prolifera la okupación de viviendas en el casco antiguo. La novedad es la existencia, según denuncian vecinos, de “mafias” que arriendan viviendas a otras personas, incluso en estado de ruina.

Un ejemplo es lo ocurrido en la confluencia entre las calles Utrilla y Marines. Según uno de los herederos, hace unos días descubrieron que la casa vacía de la familia había sido registrada, por lo que los propietarios temen que se hayan producido robos. Lo más curioso es que descubrieron que, con una alargadera, se había hecho un enganche ilegal para llevar luz al inmueble contiguo, okupado pese a su estado ruinoso. Esta persona indica que quienes residían en el lugar, después de que les llamaran la atención, se marcharon. No obstante, indica que la construcción quedó cerrado con un candado puesto por los supuestos responsables del alquiler de la casa ruinosa de la calle Utrilla. Por ello, se alerta del peligro de que un eventual derrumbe cause una tragedia entre los intrusos en edificaciones con patente deterioro.

Este panorama se repite desde hace meses. Ahora, máxime después del vallado de la estación de autobuses hay decenas de personas que pernoctan en la calle. Muchos de ellos eligen pasajes y portales de comunidades de vecinos. Un caso era el ocurrido hasta hace poco en el bloque situado justo encima del pilar de los Álamos, cuyos accesos se encuentran ya vallados para evitar esas situaciones. También se han colocado estructuras de este tipo en el porche situado en la Casa de la Juventud. Los problemas de alojamiento de los temporeros se repiten desde hace años en la época de la aceituna. Cáritas y la Cruz Roja ayuda a estas personas, aunque, esta vez, con preocupaciones por la covid-19.