A la cárcel un pakistaní por abuso sexual en un autobús

El hombre fue detenido al parar el vehículo en una gasolinera junto a la N-432

12 jul 2017 / 11:34 H.

Historia sobrecogedora. Un hombre se encuentra ya en prisión provisional como presunto autor de un caso de abusos sexuales. La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1, Inmaculada Leyva, decidió la medida de privación de libertad ante la gravedad del suceso, después de tomar declaración al individuo. Se trata de un hombre de unos treinta años de edad y de nacionalidad pakistaní.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes en un autobús de línea que circulaba por la carretera N-432. El vehículo se desplazaba desde Granada hacia la capital cordobesa. Durante el trayecto, una joven española de dieciocho años notó cómo otro pasajero le efectuaba tocamientos de índole sexual. Según las fuentes, la conducta del varón era extraña, pues también se fumó un porro, veía contenidos pornográficos y se tocaba a la vista de los presentes.

En cuanto tuvo ocasión de escapar de la situación de peligro, la víctima se dirigió al conductor y le comunicó lo que pasaba. La reacción del presunto agresor sexual no fue, ni mucho menos, pacífica. Esgrimió una navaja y profirió amenazas contra el chófer y la joven. A esta última, de acuerdo con las fuentes, llegó a amenazarle con cortarle el cuello. Sin embargo, no se tiene conocimiento que se produjeran lesiones. Finalmente, el profesional del transporte de viajeros detuvo el autobús en una gasolinera situada en la zona de Ermita Nueva. Los pasajeros se apearon y algunos se dirigieron a un restaurante próximo. Después de recibir aviso, se personó la Policía Local de Alcalá la Real y, posteriormente, acudió la Guardia Civil. El atacante pasó a los calabozos del Ayuntamiento, donde pernoctó tres días antes de su puesta a disposición judicial. En el cuartel se instruyeron las preceptivas diligencias.

legislación. El Código Penal considera que hay delito de abusos cuando alguien atenta contra la libertad sexual de otra persona, aunque, a diferencia de la agresión sexual, no concurren violencia o intimidación. Se trata de una conducta que se produce sin el consentimiento de la víctima de la conducta vejatoria. Los destinatarios de la inmensa mayoría de las ocasiones son mujeres o menores de edad. Los autores son condenados a penas de prisión.