Alarma en Ribera Baja, en Alcalá la Real, por los accidentes en la travesía

En Ribera Baja hay pocos vecinos, aunque la población se multiplica, sobre todo en verano y los fines de semana, ya que casi todas las casas tienen dueño. Desde hace un tiempo, los vecinos están sobresaltados por las situaciones de peligro en la travesía derivadas de la conducción temeraria de algunos automovilistas, máxime si se tiene en cuenta las características de la calle El Barrio, muy estrecha en algunos puntos. El factor que ha disparado la alarma es la reiteración de accidentes, solo con daños materiales. En el último percance, ocurrido ayer lunes y con dos coches implicados, quedó destrozada una parte de la baranda. “Esta la gestión preocupada y con miedo porque cualquier día va a haber un atropello. En cuestión de un mes han destrozado dos veces la valla y el otro día un tráiler se llevó un muro entero”, manifiesta el propietario de una vivienda sobre el goteo de accidentes. Ante el panorama, el vecindario ribereño reclama soluciones al Ayuntamiento. El problema ha corrido como la pólvora a través del grupo de WhatsApp y el colectivo vecinal San Jerónimo prevé abordar la situación en una reunión.

El concejal de Movilidad Urbana, Jesús Aguilar, dice que se reunió con el pedáneo, Juan José Luque, que planteó los problemas de tráfico, unos ya resueltos y otros en vías de solución. Agrega que hay limitación de velocidad a treinta kilómetros por hora y bandas sonoras. La comisión de Tráfico acordó aumentar estas y estudiar medidas de templado del tráfico. Sobre el accidente de ayer, apunta que se debió a la estrecha viaria y a una curva. La estructura se arreglará desde hoy. Aguilar envía a los vecinos un mensaje de tranquilidad, pues se trabaja en medidas de templado del tráfico. Luque expresa a Diario JAÉN la necesidad de “remover la conciencia” de los conductores para que respeten la señalización, algo que, admite, casi nadie hace. Indica que se trata de un lugar de paso como “trocha” hacia Santa Ana y Frailes. También llama la atención sobre la imposibilidad de crear acerado, dadas las propias características de la travesía, en la que circulan, simultáneamente, vehículos en sentidos opuestos.