Absuelto el patrón que partió el brazo a un temporero

El juez considera que actuó en legítima defensa ante un ataque previo

19 may 2022 / 17:54 H.
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El Juzgado de lo Penal número 4 de Jaén absuelve a uno de los responsables de una finca agrícola de Baeza al que se acusaba de un delito de lesiones por partir el brazo con un rastrillo a uno de sus temporeros durante una discusión en 2020. El Ministerio Público pedía una pena de dos años y seis meses de cárcel y una indemnización de 2.800 euros al jornalero en concepto de responsabilidad civil por un delito de lesiones con la atenuante de legítima defensa. La acusación particular solicitó el mismo castigo de cárcel, pero elevó la petición de indemnización a 5.993,4 euros. Sin embargo, el titular del Juzgado consideró, tras el juicio celebrado el pasado 28 de marzo, que el acusado actuó en defensa propia ante un ataque del denunciante con una botella rota de cerveza.

Los hechos tuvieron lugar el 6 de enero de 2020, sobre las 14:00 horas, en una finca olivarera del paraje de La Laguna. Según se refleja en la sentencia, a la que tuvo acceso este periódico, el patrón —hijo del dueño de la finca— y el temporero discutieron por discrepancias sobre la retribución que le correspondía a este último. Responsables del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) afirmaron en su momento que el jornalero reclamaba que se le pagaran todas las horas trabajadas y no el jornal corto, que era lo que se reflejaba en su nómina. De acuerdo a la reconstrucción de los hechos elaborada por el juez a partir de los testimonios y las pruebas presentadas en el juicio, el jefe le dijo al trabajador que no volviera más al tajo tras ese día, y este respondió con insultos: “Me cago en tus muertos”, le espetó, a lo cual el patrón contestó: “Menos mal que te cagas en tus muertos y no en los míos”. Tras ello, el jornalero rompió una litrona de cerveza, cogió el cuello roto de la botella y se abalanzó sobre su jefe, que estaba recogiendo montones de aceituna con un rastrillo de plástico, y le dijo: “De aquí no me voy hasta que no lo hinque en el cuello”. Para defenderse, el patrón usó el palo del rastrillo para golpear al temporero en el brazo en el que llevaba el cristal. Le rompió el cúbito. En concreto y según la sentencia, la lesión fue una fractura distal metafisaria para cuya estabilización el afectado tuvo que llevar una férula de yeso durante 70 días.

En la sentencia, el juez resalta las contradicciones entre las versiones del denunciante y del acusado. Del primero asegura, además, que su relato durante la vista oral difirió de su testimonio previo en la instrucción y que no fue refrendado por ninguno de los testigos presenciales del incidente, todos los cuales manifestaron que fue el propio jornalero el que atacó a su patrón “profiriendo claras amenazas de muerte”. Es más, el titular del Juzgado define como “esencial” la declaración de uno de estos testigos, un empleado habitual de la finca agrícola que medió en la pelea y confirmó la versión de la legítima defensa, y “de cuyo testimonio no hay razones para desconfiar ni ponerlo en cuarentena”.

El SAT denunció “terrorismo patronal” en la campaña de aceituna 2019-2020

El suceso acaecido en 2020 en Baeza se produjo en el marco de una campaña complicada para el sector olivarero, con una producción escasa y el precio del aceite por los suelos. Ello, según se denunció desde el SAT en su momento, provocó que se dieran en la provincia de Jaén casos de explotación laboral, con pagos de jornales por debajo de lo establecido según los convenios y otras violaciones de derechos. Fruto de ello, de acuerdo a la versión del sindicato, también hubo episodios de violencia, que el SAT calificó como “terrorismo patronal”, como el de Baeza y el que tuvo lugar en Orcera en diciembre de 2019: Mahamadou Coulibaly, un temporero de Mali, fue apuñalado en la pierna, presuntamente por el dueño de la finca en la que trabajaba, después de negarse a recoger aceituna en una zona de pendiente sin las pertinentes medidas de protección, según el jornalero. También en diciembre de 2019, un vecino de Hinojares fue detenido después de haber abandonado el cuerpo sin vida de un temporero marroquí de 31 años al que había “reclutado” para trabajar en la aceituna sin hacerle contrato y a pesar de que no tenía su documentación en regla. Un Juzgado de Cazorla archivó el caso en octubre de 2020.

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