A malos tiempos, buena cara y el mejor de los desayunos

Una cambileña invita a café y pasteles a los vecinos que siguen trabajando

20 abr 2020 / 11:06 H.
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No todo es miedo y desconfianza. La solidaridad y empatía siempre se hacen un hueco en los momentos más difíciles del ser humano y, en Cambil, una pequeña iniciativa ha robado decenas de sonrisas entre los vecinos. Con sabor a café y chocolate, Carmen García decidió hacer algo por aquellos cambileños que mantuvieron su actividad laboral al ser un servicio esencial para la sociedad y les ofreció a todos un delicioso desayuno —de forma totalmente gratuita— para hacer sus días un poquito más llevaderos.

No puede ser más cierta la afirmación de que la pandemia del covid-19 pilló a muchos negocios desprevenidos. El decreto del estado de alarma fue una pesada cruz para muchos comerciantes pero, especialmente, para aquellos que recién abrieron sus puertas y estaban llenos de ilusión por ver cómo sus sueños se hacían realidad en su nuevo establecimiento. Este fue el caso de Carmen. Un escaso par de meses antes de que el Gobierno decretara el confinamiento abrió su cafetería y pastelería, un tiempo insuficiente para ver cómo esta llegaba a desplegar todo su potencial. Recuerda que ya tenía muchos clientes, pues su cafetería fue muy bien acogida por los vecinos del municipio —algo que confiesa con especial alegría y agradecimiento—. Pero llegó el “bichito” y se vio obligada a cerrar.

Desde entonces, Carmen no paró de darle vueltas a la idea de ayudar, de alguna manera, a aquellos que tenían que mantener su actividad laboral. Y, entonces, una bombillita se encendió. Aún le quedaba suficiente inventario en la cafetería como para convidar a sus vecinos a un desayuno, aprovechando así todos esos productos antes de que se pasaran de fecha para hacer un bonito gesto para con sus prójimos.

Así, Carmen se dispuso a hacer decenas y decenas de cafés, sus deliciosos churros caseros y a trocear en porciones todas aquellas tartas que aún le quedaban en la nevera. Y, cuando ya estaba todo listo, los repartió entre el centro médico, la farmacia, el Ayuntamiento, los trabajadores de la residencia Luz de Mágina, cajas de ahorros... Un detalle que todos le agradecieron y que, por supuesto, no pasó por alto. Carmen cuenta que, tras hacer esto tanto el lunes como el martes de la semana pasada, la llamaron desde el Ayuntamiento y la farmacia para que volviera a llevar el desayuno a los trabajadores, pero, esta vez, pagando por ello. Una petición que llenó de gran ilusión a esta cambileña al ver devuelto el gesto que tuvo.

Carmen confiesa —y lamenta— que, por motivos económicos, no ha podido continuar ofreciendo un desayuno gratis a sus paisanos, pero espera y desea que, cuando todo esto pase, las puertas de la Cafetería y Pastelería Carmen vuelvan a estar abiertas para volver a compartir momentos juntos y dejar atrás estos días de incertidumbre con un buen café.

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