A las orillas del Guadalquivir
Los tomeseños y vecinos de toda la comarca viven un día de romería por San Isidro
Vivir a las orillas del Guadalquivir, el gran río andaluz, marca el carácter de un pueblo, lo hace en su día a día y también en sus fiestas. Y en este 15 de mayo, San Isidro Labrador, día festivo en mil rincones de una provincia eminentemente agrícola, es más protagonista que nunca en Santo Tomé. En sus orillas, tierra fértil, vega en la que crecen naturales y exquisitas hortalizas y este año, con un verde más exuberante que nunca, se concentra la celebración que va más allá de la propia población y reúne a vecinos de las vecinas Arroturas, Agrupación y Mogón.
Desde bien temprano, la jornada festiva arranca con una copa de anís con roscos, en la Plaza de España, justo antes de partir hasta la zona de la ribera tras la carroza que lleva a la imagen del patrón de los agricultores y ganaderos. Este año, además, arropada por varias más engalanadas, además de varios caballistas. Para las once de la mañana, toda la fiesta está ya junto al Guadalquivir y San Isidro, presidiéndola. Allí se celebró la misa, oficiada por el párroco Luis Cordón Cortés, que animó a los devotos a que la sencillez y la humildad de San Isidro sea ejemplo. Buscando las buenas sombras de los frondosos árboles, cientos de tomeseños la siguieron. Acompañó, como comentaba el alcalde, Francisco Jiménez Nogueras, el tiempo, con un sol espléndido que brilló en todo lo alto y animó a todos los vecinos a salir de sus casas.
Los almuerzos de convivencia en las dos orillas del Guadalquivir, de grandes grupos de familias y amigos, son otra de las señas de identidad de esta particular romería. Con el sitio cogido desde bien temprano, desde el mediodía, justo después de la celebración religiosa, la cerveza bien fresquita regó las mejores viandas. Asimismo, también como es tradicional, se compartió la gran paella organizada por la Hermandad de San Isidro y el Ayuntamiento de Santo Tomé, otra de las señas características de las fiestas. Y así, hasta por la tarde, con el regreso de las carrozas y los romeros hasta la explanada para la celebración de la verbena popular, amenizada por la Orquesta Cristal.
Esta romería por San Isidro está incluida dentro de la Semana Cultural. Desde el 4 de mayo y hasta este 15 de mayo, Santo Tomé se ha convertido en epicentro de actividades deportistas como juegos de bolos serranos; gastronómicas, con la celebración de la primera muestra de dulces típicos tomeseños en la Residencia Casa Grande, y formativas, como los talleres sobre el buen uso de internet, entre otras. A lo largo del pasado fin de semana, también se organizó un mercado romano, espectáculos de cetrería y actuaciones de bailes regionales.