4.500 euros de multa por envenenar a dos quebrantahuesos en Sierra Mágina

El condenado usó el cadáver de una oveja como cebo en 2016

07 nov 2020 / 10:20 H.
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La Justicia condena a un varón a pagar 4.500 euros de multa y a no practicar la caza y la pesca durante tres años por haber provocado, en 2016, la muerte por envenenamiento de dos quebrantahuesos que formaban parte del Plan de recuperación y conservación de aves necrófagas de la Junta de Andalucía. Los hechos tuvieron lugar en el Parque Natural de Sierra Mágina. Las víctimas fueron dos hembras de la especie. En primer lugar se hallaron los restos mortales de Zafra, un ejemplar liberado ese mismo año y candidato a convertirse pronto en miembro de la comunidad reproductora. Más tarde se encontró el cadáver de Bujaraiza, que había sido liberada en 2014. Las necropsias determinaron que ambas muertes se habían producido por envenenamiento. En los restos se encontraron restos de Carbofurano, una sustancia prohibida durante años en toda Europa y con la capacidad de matar a una persona de 70 kilos incluso con pequeñas dosis, según explica la Vulture Conservation Foundation, entidad que gestiona el Centro de Cría en Cautividad de Guadalentín. Además de los dos quebrantahuesos, fueron víctimas del veneno un buitre negro, un águila real y varios mamíferos carnívoros como martas, jinetas y zorros. El hallazgo de los restos de ambas aves propició, además, la suspensión cautelar durante un año de la actividad cinegética y la ganadera en varias fincas y cotos de Bedmar, Jódar y Albanchez de Mágina.

La Junta de Andalucía, agentes de Medio Ambiente, profesionales de la Estrategia Andaluza contra el Veneno y agentes del Seprona iniciaron una investigación forense para dar con el culpable o los culpables de los delitos. Se llevaron a cabo cuarenta inspecciones en el área para recopilar muestras y pruebas de que se habían estado colocando cebos venenosos en la zona, uno de ellos, el cadáver de una oveja envenenado. Los análisis toxicológicos determinaron que los cortes que presentaba no las había producido ningún animal, sino que estaban hechos por un humano, y que contenían restos tanto de Carbofurano como de otra sustancia tóxica, Metiocarb, también ilegal. Las pruebas recabadas permitieron acusar a un varón como presunto autor del delito de envenenamiento.

La Fiscalía y la Junta de Andalucía, que ejerció la acusación popular, pidieron en un principio dos años y medio de cárcel para el sospechoso. El proceso judicial comenzó en noviembre de 2019. Un año después, se condenó al acusado a la pena antes mencionada de 4.500 euros de multa y la prohibición de cazar y pescar durante tres años. No obstante, la sentencia aún no es firme y cabe presentar recurso de casación ante la Audiencia Provincial de Jaén

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