28M: Nueve pactos fraguaron en Jaén para conseguir alcaldías en esta legislatura

Dicen los analistas que esto es lo que nos espera. Cada vez está más complicado conseguir una mayoría absoluta y, aunque hay cierta tendencia de nuevo al bipartidismo, el amplio abanico de papeletas que los votantes encuentran en cada cita con las urnas hace que se disperse el voto y, al final, sea complicado acertar quién será alcalde de un pueblo o de una gran ciudad.

No hay una norma que impida pactos que, a veces, resultan imposibles, incluidos los “antinatura”, como el último que ocurrió en Begíjar, donde el Partido Popular se alió con Izquierda Unida para despojar a los socialistas del poder. Lo más que ocurrió fue un expediente disciplinario, y aquí paz y después gloria. Nueve acuerdos hay, actualmente, en los ayuntamientos jiennenses, aunque uno de ellos está hecho trizas. Se trata de Alcalá la Real, donde las discrepancias entre el Partido Popular y Ciudadanos terminó en una retirada de competencias y, en resumidas cuentas, al divorcio. Ocurre que el pez grande suele comerse al pequeño y, aunque son los ciudadanos los que tienen la última palabra, la experiencia demuestra que hay ocasiones en las que es mejor dejar gobernar a la lista más votada, en solitario, con acuerdos puntuales que permitan que los ayuntamientos no se paralicen y que sean el instrumento para revolucionar, para bien, los pueblos y ciudades.

Hubo que esperar al mismo pleno de investidura para conocer al alcalde número once de Jaén desde la restauración democrática. Fue una noche de infarto la que vivieron quienes se jugaron la Alcaldía mediante pactos poselectorales. El Partido Socialista fue el más votado en la cita con las urnas de 2019, pero no con la mayoría suficiente como para gobernar con tranquilidad. Ciudadanos, con cuatro escaños, se convirtió en el partido clave para hacer que la balanza se decantara hacia un lado o hacia otro. El Partido Popular lo intentó hasta el último minuto, pero al final hubo acuerdo con el Partido Socialista. Después, tres concejales abandonaron y se quedó una en el Gobierno.

Fue en julio de 2022, apenas un año antes del fin de la legislatura, cuando el socialista Javier Perales se convirtió en alcalde gracias a una moción de censura que respaldó Izquierda Unida y CILU. Arrebató a Ciudadanos una Alcaldía que consiguió, a su vez, mediante un pacto firmado con el Partido Popular. Se convirtió, de esta forma, en el primer dirigente municipal que llegó a la Alcaldía linarense a través del mecanismo de la moción de censura desde las elecciones municipales de 1979, y el quinto socialista, tras Julián Jiménez Serrano, Alfredo Catalán García, Manuel Rodríguez Méndez y Juan Fernández, aunque este último fue expulsado del partido un año antes de los comicios.

Fue el socialista Francisco Huertas quien se presentó a la Alcaldía en 2019, una cita en la que obtuvo diez concejales frente a nueve del Partido Popular. Andalucía por sí consiguió un escaño y Adelante Andújar, otro, fuerza política que, finalmente, entró en el Gobierno municipal gracias a un pacto que garantizó la estabilidad en el Ayuntamiento andujareño. Hubo ofrecimiento también a los andalucistas, pero optaron por el “no” a última hora. Juan Francisco Cazalilla se quedó con las áreas de Vivienda, Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. En junio de 2021, Francisco Huertas fue relevado por Pedro Luis Rodríguez al frente de la Alcaldía por problemas estrictamente personales.

Fueron los socialistas los más votados hace cuatro años en Alcalá la Real, una victoria tan ajustada que, finalmente, hizo que se quedaran fuera de juego gubernamental. Un pacto entre el Partido Popular y los dos concejales de Ciudadanos concedió el bastón de mando a Marino Aguilera. Fue la tónica principal en aquel comienzo de mandato en el que este modelo de acuerdo se repitió en otros ayuntamientos más, aunque no en el caso de la capital, una excepción que respondió a la “libertad” con la que operaba María Cantos. La legislatura municipal que está a punto de expirar quedará marcada para siempre como la del “sin vivir”, con desencuentros que llevaron a la ruptura.

No fue la primera y, probablemente, tampoco será la última. El Partido Popular también tuvo que tirar de acuerdo con otra fuerza política para garantizar la estabilidad municipal. Luis Mariano Camacho lleva dos legislaturas de cogobierno con la Agrupación Independiente de Bailén, encabezada por María de las Nieves Rusillo. Eso sí, los populares fueron los más votados en las elecciones de hace cuatro años, con ocho concejales, frente a los siete que consiguió el Partido Socialista. Los dos escaños del grupo independiente fueron los que garantizaron el bastón de mando a Luis Mariano Camacho, quien pretende continuar a partir del 28 de mayo con la deseada mayoría absoluta.

Cinco concejales obtuvo el Partido Popular en 2019, los mismos que el Partido Socialista, y uno ciudadanos, un escaño que se convirtió en decisivo en un mandato con dos alcaldes. Empezó la legislatura con un pacto entre los “naranjas” y los socialistas, con Juan Jesús Torres en el poder, gracias a ese estrechón de manos fotografiado con Manuel de Castro Anguita y, sin embargo, terminará con los populares en el poder. Juan Morillo recuperó el bastón de mando gracias al cambio de posicionamiento del mismo concejal de Ciudadanos que otorgó al principio la confianza a Juan Jesús Torres. Fue en junio de 2020 cuando se produjo el relevo en un pleno municipal muy tenso.

En un municipio donde la izquierda resiste, fueron los socialistas los más votados en la última convocatoria municipal, pero no con la mayoría suficiente como para gobernar en solitario. Tuvieron que tirar de pactos y, en este caso, lo hicieron con Izquierda Unida, que sumó un escaño a los cinco del Partido Socialista. Manuel Hueso se convirtió en alcalde, a pesar de que hubo serios intentos por parte de los partidos de la oposición de unir fuerzas para despojarlo del poder. Josefa Palomares entró en el Gobierno municipal con reparto de áreas incluido, ya que Igualdad, Bienestar Social y Participación Ciudadana fueron a parar a sus manos en un mandato que transcurrió sin contratiempos.

905 votos consiguió el Partido Popular y 887 logró el Partido Socialista en las elecciones municipales de 2019. Izquierda Unida, con 334, tuvo el honor de obtener un escaño y, lo más importante, la llave de la gobernabilidad. Empezó el mandato con un pacto con el Partido Socialista que aupó a Diego Soriano a la Alcaldía. Sin embargo, la edil que lo arropó, Sonia Muñoz, abandonó el equipo de Gobierno y, en enero de 2022, decidió apoyar al Partido Popular. Fue entonces cuando Eufrasia Martínez se convirtió en alcaldesa. Lo que ocurrió después fue hace apenas unas semanas, cuando la dirigente municipal abandonó sus siglas y se pasó al grupo de los no adscritos en un cascada de dimisiones.

Fueron los socialistas lo más votados hace cuatro años en un empate de escaños con el Partido Popular que se resolvió finalmente con la Agrupación Electoral Arroyo del Ojanco, un grupo independiente que entró en el Gobierno municipal dando su apoyo a José Berrio. Dos años estuvo el dirigente popular al mando del Ayuntamiento y los dos restantes, Fina Millán, una alcaldesa que, sin embargo, decidió no presentarse en la próxima convocatoria electoral del 28 de mayo. Será la primera vez de la historia democrática que en Arroyo del Ojanco no haya una candidatura independiente, algo que tuvo su germen en su lucha por la segregación de Beas de Segura.

El perfil de Raúl Caro-Accino es de un empresario que entró en política para intentar cambiar el rumbo de los acontecimientos en una ciudad que fue lo que fue y que, ahora, busca su hueco en medio de una situación complicada. Lo hizo por Ciudadanos y, a través de un generoso acuerdo con el Partido Popular, se convirtió en alcalde de la Ciudad de las Minas. Para ello fue necesario el respaldo de los tres concejales de CILU, que llegaron a entrar en un equipo de Gobierno dividido en tres.

Sin embargo, los de Ciudadanos Libres y Unidos de Linares dieron un paso atrás y, a partir de entonces, el Partido Socialista, que fue el más votado en las elecciones de 2019, engrasó la maquinaria para intentar conseguir llegar al poder. Lo hizo mediante un acuerdo con Izquierda Unida y el beneplácito de quienes apoyaron al anterior alcalde, aunque no llegaron a repartirse áreas de gobierno tras aquella sonada moción de censura del recién estrenado verano de 2022. Javier Perales se convirtió, entonces, en el nuevo alcalde. Ahora, Raúl Caro-Accino se presenta como número dos de la candidatura del Partido Popular, después de que se especulara con la posibilidad de que llegara a ser el número uno. ¿Se convertirá en alcalde?