Una tormenta para olvidar en el Puente de la Sierra

Aunque no se registraron daños personales en 1996, los materiales registrados fueron cuantiosos

16 ago 2019 / 11:18 H.

El 15 de agosto es una fecha marcada en rojo en el calendario. En gran parte de la provincia se trata de una jornada festiva, y también supone para muchos la oportunidad perfecta para cogerse unos merecidos días de descanso. Pero en el caso del Puente de la Sierra, ese día trae recuerdos difíciles de olvidar. En concreto, los de las tormentas que se registraron en 1996, que hicieron estragos en gran parte de la provincia, pero que sobre todo se cebaron con el Puente de la Sierra.

Se vivieron momentos muy desagradables, de vecinos que se incluso tuvieron que encaramar en muros o subirse a los tejados de las casas, en los casos de las más cercanas al río anegadas, desde donde veían cómo el agua se llevaba las sillas del templo y los coches. Allí esperaron a los Bomberos. También recuerdan que entre las familias atrapadas en sus casas se encontraban muchos niños pequeños. Muchos vecinos se fueron a Jaén tras lo ocurrido.

Pese a todo, no hubo que lamentar daños personales. Eso sí, en lo material, los más de cien litros por metro cuadrado que cayeron en una hora causaron cuantiosos destrozos, desde casas anegadas hasta vehículos arrastrados por la crecida de los ríos Jaén, Eliche y Quiebrajano. Las pérdidas se cifraron en unos 64 millones de euros. También fueron importantes los daños que ocasionaron las fuertes precipitaciones en el campo, principalmente en las infraestructuras agrarias y en los cultivos.

En estos 23 años se han producido desalojos y evacuaciones por el riesgo de la crecida del río en la zona, pero en ningún caso fue tan alarmante como aquel 15 de agosto de 1996. Pero la sensación que queda entre muchos de los vecinos es agridulce, porque pese a todos los años que han pasado, entienden que desde las administraciones no se ha hecho lo suficiente para prevenir que se puedan registrar de nuevo situaciones como aquella.

Todos los políticos que han pasado por el Ayuntamiento, puntualizan, tenían como premisa la solución en la zona, pero entienden que la única realidad es que ninguno ha hecho nada. Y no solo para la prevención de las inundaciones, sino también para darle valor al que supone un importante pulmón verde de gran valor patrimonial histórico y paisajístico que se encuentra a tan solo siete kilómetros de la capital.

“Del arreglo de los cañones no sabemos nada aún después del cambio de Gobierno en el Ayuntamiento de Jaén, y la política es la que manda aquí. Lo que entendemos es que si se lo proponen pueden hacer algo para mejorar este entorno, con un acceso fácil que permita que la gente pueda disfrutar de la zona como un parque periurbano”, explica el presidente de la Asociación de Vecinos del Puente de la Sierra, Francisco Ramírez. “Hay mucha gente a la que le gusta el senderismo y que viene a esta zona para disfrutar del entorno. Pero se trata de un área que entraña sus riesgos, porque está destrozada por el paso del tiempo, sin olvidar que también en muchos casos son las personas las que le han originado un poco de daño”, asevera.

Una reivindicación que se mantiene en el tiempo por parte de la asociación vecinal, pero a la que también se han sumado, en estos años, numerosos colectivos. De hecho, el 15 de agosto del pasado 2017, la plataforma ciudadana “Jaén Merece Más” organizó una ruta en la que, pese a que la ciudad se encontraba prácticamente vacía por las vacaciones, congregó a un millar de personas que recorrió el paraje con un objetivo primordial, que era el de reclamar celeridad al Ayuntamiento ante lo que consideraban “dejadez absoluta” en la que se encuentra el entorno desde hace décadas.

Aquella marcha de protesta revivió de nuevo el debate y, de hecho, tuvo una consecuencia inmediata, y es que tan solo un mes después, el salón de plenos del Ayuntamiento se hizo eco de la demanda popular y aprobó, por unanimidad de los diferentes partidos políticos con representación en el Ayuntamiento solicitar el impulso del proyecto y la implicación de otras administraciones. Aun así, por el momento poco se ha avanzado en la adecuación de ese entorno natural.