Una celebración encantadora

El panorama festivo de la provincia de Jaén es capaz de sorprender a propios y extraños por la variedad y el encanto de sus celebraciones tradicionales. Una de esas fiestas singulares es la de la patrona de Espeluy, Santa Catalina de Alejandría, una mártir egipcia del siglo IV, que, entre otros colectivos, es invocada por estudiantes​ filósofos, prisioneros, peluqueros, molineros, hilanderas, ciclistas y jóvenes casaderas. Precisamente en el municipio espeluseño en muy clara su vinculación con la mujer.

De hecho, la principal singularidad radica en el protagonismo femenino casi absoluto, de manera que la hermandad promotora de la celebración carece de miembros masculinos. En esa línea, hay una comida exclusiva para componentes de la cofradía. Este año, como confirma la alcaldesa, Manuela Cobo, también integrante del colectivo, todo salió “de diez”. Este año, Diario JAÉN volvió a estar muy presente gracias a una camiseta exclusiva ofrecida a los asistentes a las distintas actividades.

María José Torres tomó el relevo de María Luz Cruz como hermana mayor de la celebración. Ambas estuvieron muy presentes desde el comienzo de la jornada de celebración, cuando una comitiva las recogió en sus respectivos domicilios y las acompañó hasta el templo de Santa Catalina. Las dos representantes lucieron la vara y la banda. Juntas llegaron hasta la iglesia, en la que se ofició la misa en honor de la patrona, una eucaristía que corrió a cargo del flamante párroco espeluseño, Jesús María Almagro. Después de la ceremonia religiosa partió la procesión por el casco urbano, en un recorrido en el que los vecinos salieron al encuentro del sencillo cortejo.

Manuela Cobo, quien igualmente hace de secretaria de la hermandad, subraya que Torres se portó “de maravilla”, de manera que al término del almuerzo obsequió a las personas presentes en un local cedido por el Ayuntamiento —entre ellas el sacerdote y un músico como únicos comensales masculinos— con dulces preparado por su suegra. La alcaldesa subraya la antigüedad de esta fiesta que se remonta a generaciones atrás.

El núcleo situado a orillas del río Guadalquivir, con apenas unos centenares de residentes, se convierte, el único día que concentra todas las actividades de la patrona, en un foco de atracción para visitantes, principalmente mujeres de municipios cercanos, que destacan la hospitalidad con las que son recibidas. De hecho, las más de cincuenta participantes en la comida colectiva ya se han citado para las mismas fechas, pero de 2019.

Las fiestas de la santa alejandrina son muy diferentes de las de primavera, celebradas el fin de semana más cercano al 1 de mayo y organizadas, en este caso, por el Ayuntamiento. Entonces se venera a San Gregorio Nacianceno. En este caso la imagen también tiene mucho tirón en pueblos cercanos y son unas fechas en las que suelen regresar, por unos días, quienes tuvieron que emigrar por motivos de trabajo. San Gregorio es considerado como uno de los protectores contra las plagas del campo El día de su festividad, y antes de la misa solemne, tiene lugar el rito del traspaso de insignias al hermano entrante.