Una casa digna para el jornalero

La trágica muerte de tres aceituneros en 2016 en una cochera lleva al Defensor andaluz a vigilar cómo se alojan

13 oct 2017 / 10:46 H.

B a Cheick y Moussa Camara, de Senegal, y DiatouruTougarra murieron asfixiados en un cocherón del pequeño núcleo de El Mármol, dependiente de Rus. Ocurrió el 26 de diciembre, cuando se originó un fuego en el alojamiento que compartían, proporcionado por su patrón, en la calle Cárcel de esta población de La Loma, una de las principales comarcas productoras de aceite del mundo. El Defensor del Pueblo se fijó en este drama, quería saber cómo había sido posible, si se podía haber evitado con un alojamiento más adecuado. La oficina que dirige Jesús Maeztu hizo lo que muchas entidades, incluso, lo mismo que el Gobierno andaluz y la Subdelegación, poner el foco en las condiciones en las que viven los temporeros mientras trabajan en la recolección de la aceituna. Un portavoz del Defensor del Pueblo explica que la queja que abrió el organismo de oficio, como tal, se cerró el pasado mes de abril. Se pidieron pelos y señales a la subdelegación del Gobierno de Jaén, que, explican, remitió un exhaustivo informe en el que se concluye que todo lo expuesto obra en manos del juez que instruyó la causa Diligencia Previas 628/2016, que decretó el archivo del caso al no apreciarse responsabilidad penal. Todo ocurrió al quemarse unas prendas que se habían puesto a secar en un brasero.

Pero, ni el Defensor andaluz ni su equipo se quedaron tranquilos, convencidos de que hay un trasfondo que requiere mayor atención. De ahí que se haya ido más allá y se recuerde a todas las partes implicadas su preocupación por las condiciones de los temporeros y sus familiares, tanto en el trabajo como el alojamiento y escolarización de menores que se desplacen junto a ellos. El Defensor del Pueblo recuerda lo que, aunque es una obviedad, a veces se olvida, los empleadores tienen la obligación de cumplir el convenio colectivo que establece, en caso de que la empresa proporcione alojamiento al trabajador, que éste presentará condiciones de habitabilidad dignas. Ello implica que el inmueble esté dotado de elementos y utensilios necesarios para la preparación de las comidas, así como medios idóneos para la pernoctación, que estén alejados de zonas perjudiciales para la salud y deben de disponer de luz directa y ventilación suficiente, así como de agua potable y contar con elementos que permitan mantener las estancias con temperaturas admisibles, para comodidad de aquellos que tienen allí su techo durante los días en los que forman parte de una cuadrilla.

En el caso de los alojamientos que se proporcionan a extranjeros, el Defensor del Pueblo reconoce que tiene un “problema”, puesto que este colectivo no suele acudir hasta ellos para presentar alguna queja. De ahí que se haya optado por aquello de si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. Por ello, la Oficina de Información del Defensor, un equipo móvil de esta institución, tiene previsto, dentro de las visitas programadas para este año, desplazarse, entre finales de octubre y principios de noviembre, a Úbeda y Baeza para comprobar, sobre el terreno, la situación en la que se encuentran los aceituneros y mantener reuniones con representes de asociaciones, empresarios y trabajadores para tener más información sobre esta compleja realidad.

“Desde esta institución, creemos necesario mantener conversaciones con los empresarios del sector agrícola, con la idea de establecer unos mínimos; con los ayuntamientos, para que pongan de su parte para hacer frente a esta realidad y con la Junta de Andalucía y otras entidades. Por ello, nos estamos interesando por la convocatoria de los Foros Provinciales de Inmigración de cada provincia afectada por campañas agrícolas”, argumentan.

un salario conforme al convenio

El Defensor del Pueblo Andaluz recuerda a las Subdelegaciones del Gobierno y a la Inspección de Trabajo que tienen la obligación de velar porque aquellos que cobran un jornal tengan contrato y se les pague lo está establecido por ley, incumplimientos que, aunque cada vez más extraños, todavía se dan. De vigilar que, campaña tras campaña, se aplique la norma, se encarga, incluso, la Guardia Civil.

el foro de inmigración, en noviembre

El Foro de la Inmigración, coordinado por la Junta, es el organismo que se encarga de abordar cuestiones clave en la campaña de la recolección de la aceituna, como, por ejemplo, la relación de los empleadores con los trabajadores extranjeros. La reunión está prevista en noviembre y, con toda probabilidad, apuntan, abordarán la situación de los alojamientos. La Subdelegación también anunció que abordaría esta cuestión.