Un verano feliz para 80 niños

Los menores saharauis ya están con sus familias de acogida

05 jul 2019 / 11:38 H.

Día muy especial. Los ochenta niños saharauis llegados este año a la provincia ya están con sus familias de acogida para pasar un “verano feliz”. Se trata de una acción solidaria que se repite cada año gracias a la gestión y al compromiso de la Asociación de Amigos del Sáhara Libre. El programa “Vacaciones en paz” consiste en la búsqueda de familias para albergar a niños de diferentes edades procedentes del desierto del Sáhara. El año pasado fueron 60 los que pudieron traerse y este año la cifra aumenta hasta los 80. Además, se traen también algunos niños discapacitados, aunque son minoría ya que es más complicado encontrarles una familia.

La llegada se produjo ayer por la mañana. Los niños fueron recibidos en el pabellón Andalucía del Centro Deportivo San José. Las familias ya esperaban expectantes a sus pequeños. Algunas, incluso, acogían a más de uno. Myriam Martínez, la concejal de Igualdad, mostró el apoyo a esta iniciativa: “Desde el Ayuntamiento siempre van a tener lo que necesiten”, afirmó. La madrina de la asociación, la diputada Laura Berja, manifestó: “Estos chicos tienen unas condiciones muy poco favorables donde viven y, al menos, durante el verano pueden disfrutar de unas condiciones más óptimas. Linares y la provincia son solidarias, pero tenemos que seguir luchando desde las administraciones por resolver el conflicto del Sáhara, una situación que lleva así durante muchos años”. Se vivieron unos momentos de gran emoción, ya que algunos niños repiten con sus familias. Otros, de forma más tímida, se acercaban a sus padres de acogida por primera vez, con cara de ilusión.

Los pequeños tendrán que pasar una serie de revisiones médicas, algo a lo que no se tiene opción en su lugar de residencia. Además, se planean diversas actividades desde las asociación, como son las visitas a ayuntamientos de la provincia y un viaje a la playa, entre otras. Los chicos son recibidos en Linares, pero se reparten en familias de diferentes municipios de toda la provincia. En la ciudad minera se quedan seis menores. Aquí tienen oportunidad de divertirse, ir a la playa, a la piscina, disfrutar de una alimentación más adecuada y de unas mejores condiciones para vivir que no pueden tener en el Sáhara.

El viaje se produjo sin altercados, aunque siempre hay niños más reacios a montar en el avión, por miedo o por desconocimiento. Cada año, se intenta aumentar la cantidad de familias de acogida, aunque a veces a la entidad le resulta complicado. Así lo afirmó Francisco Gutiérrez, el presidente de Asociación de Amigos del Sáhara Libre y parte importante en el desarrollo del programa. El colectivo también realiza otras actividades benéficas para conseguir fondos para los refugiados. También se realizan recogidas de alimentos para llevarlos periódicamente al desierto, en los diferentes viajes que se realizan a lo largo del año. En algunas ocasiones, han acudido médicos en misiones sanitarias.