Un marciano de otro mundo

12 jul 2016 / 11:11 H.

La segunda generación de este deportivo de Honda, fabricado en el inframundo, vuelve al asfalto, con toda la garra de los maxi-deportivos, con la intención de enfrentarse directamente a rivales como Ferrari y Porche en el mercado de este tipo de vehículos superiores. Los japoneses de Honda eran conscientes de que tenían que hacer un producto brutal e intachable, pero, sobre todo, tan avanzado y moderno como lo fue en su día. Al diseñar ahora este deportivo que marcó tendencias en el pasado desatan la furia del Dragón y mezcla los conceptos de fuerza, diseño y potencia en esta versión avanzada de la tecnología mas explosiva.

Fernando Alonso ya tiene su nuevo coche de empresa, al que ha probado en profundidad en Portugal, sacando toda su esencia y conclusiones satisfactorias ante la bella y la bestia que genera el nuevo Honda NSX. La potencia se trasmite al suelo a través de sus cuatro ruedas gracias a los dos motores eléctricos alojados en el eje delantero. Otro más apoya al bloque V6 biturbo de 3,5 litros que mueve el eje trasero con el resultado de 581 caballos que sirven para catapultar su prestaciones y ofrecer aceleraciones de infarto solo aptas para los más experimentados conductores con experiencia. Al sobrepasar las 4.000 revoluciones es cuando cambia la personalidad del Honda NSX y refleja el valor de su creación. Sus programas de conducción le dan ese carácter y su sonido deportivo cuando se exige al acelerador convierte la suave sintonía clásica en un concierto de heavy metal. Es el mejor regalo de la cultura japonesa para los privilegiados que tengan manos para conducirlo y cartera para comprarlo.