Técnicos analizan en Baeza la ubicación para el Parador

La empresa estatal de alojamientos estudia varias propuestas

23 mar 2016 / 12:47 H.

La reunión de trabajo que mantuvieron la presidenta de Paradores, Ángeles Alarcó, y la alcaldesa de Baeza, Lola Marín, da sus primeros frutos. El encuentro se celebró durante la pasada edición de la Feria Internacional de Turismo de Madrid, Fitur, a finales del pasado enero. En la capital de España, la regidora abordó con la responsable de la red de alojamientos estatales la posibilidad de que la ciudad baezana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 2003, cuente con uno de estos establecimientos, asociados a la calidad y que atraen visitantes por sí mismos. En la reunión participaron el concejal de Turismo, Bartolomé Cruz, y una de las técnicas del área, Inmaculada Serrano. En respuesta a los compromisos alcanzados, recientemente, personal de Paradores visitó Baeza para conocer sobre el terreno los distintos emplazamientos que propone la Administración local para abrir un Parador Nacional de Turismo. Las distintas posibilidades estudiadas son, por el momento, un misterio, con el objetivo de no perjudicar las negociaciones.

La clave del proyecto es la buena sintonía entre el organismo estatal y el Ayuntamiento y la irrupción de Baeza, junto a Úbeda, como uno de los destinos de calidad en el segmento del turismo de interior, algo que le da fuerza en las negociaciones y aumenta el interés de Paradores por el negocio. No obstante, no es la primera vez que el Ayuntamiento intenta colocar la ciudad en la red de Paradores. Una de las propuestas que se planteó, durante la etapa del PP al frente del Ayuntamiento, fue la transformación de las instalaciones del Centro de Formación Feminista Carmen de Burgos, a escasos metros de la Plaza de Santa María y de la Catedral, en pleno casco histórico. Sin embargo, la Junta se negó a revertir la titularidad del inmueble, al defender que se trata de un ejemplo único en España de una institución dedicada a la defensa de la igualdad de sexo, escenario frecuente de foros de debate y otro tipo de actividades.

Aunque no es el mismo partido el que está al frente del Ayuntamiento, el argumento es el mismo con una década de diferencia: Baeza es la única de las ciudades Patrimonio de la Humanidad que no dispone de uno de estos alojamientos.

La situación de la empresa pública de principios de la década de los 2000 no es la misma que la actual. En 2015, Paradores terminó con beneficios de 4 millones de euros. Es la primera vez que cuadra sus cuentas desde 2009, cuando comenzó a arrojar pérdidas y a reducir con fuerza sus ingresos. La compañía en esos años se ha reorganizado, realizó un expediente de regulación de empleo sobre parte de la plantilla y recibió varias inyecciones de dinero público. Finalmente, sus ingresos en el pasado ejercicio crecieron hasta los 231 millones, 37 más que en 2014. Además, el argumento de Baeza de que es la única del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad que carece de un parador tiene un ejemplo en el que mirarse, concretamente, en Ibiza, donde está en marcha la apertura de uno de estos establecimientos, aunque no sin controversia. La nueva etapa de la red nacional de paradores también hizo posible la extensión de este concepto a Portugal. Uno de los éxitos de estos alojamientos es que están situados en edificios singulares, rehabilitados de forma exquisita y en los que la gastronomía local y la tradición del pueblo o ciudad donde se ubican es un atractivo más. De ahí que cualquier ayuntamiento trate de entrar en el selecto club.

Úbeda, Jaén y Cazorla están en la red, Bailén se cayó y Alcalá intenta entrar

El Parador Nacional de Turismo de Úbeda es uno de los más antiguos de la red, formada por casi cien establecimientos, al abrir en 1930. El edificio elegido es un espectacular palacio en la Plaza Vázquez de Molina, junto a la Sacra Capilla del Salvador, en un inmejorable rincón de la ciudad, nombrada Patrimonio de la Humanidad, junto a Baeza, en 2003. Cazorla también está en lista, con un hotel que está enclavado en pleno Parque Natural. Este negocio fue uno de los que sufrió los problemas económicos de la empresa pública, ya que, para enjugar sus resultados económicos, se pactó un cierre temporal de las instalaciones, que tuvo sus consecuencias en la plantilla. El de Jaén, en el Castillo de Santa Catalina, es uno de los paradores mejor valorados en España por los clientes, todo un referente tanto para los visitantes como para los vecinos de la capital y la provincia. El que fuera parador de Bailén es, actualmente, un edificio en mal estado. Después de un tiempo como hotel privado, en noviembre de 2014, cerró sus puertas y los intentos por reutilizarlo, esta vez como residencia, por el momento, caen en saco roto. La construcción del parador de Alcalá fue aprobada en 2006, pero el proyecto aún está en el aire.