Sin avance en la utilización turística de La Pandera

Valdepeñas y Los Villares esperan que la Diputación repare los graves destrozos

20 jul 2016 / 13:40 H.

Lo que fue una estación de radares, construida con el asesoramiento de los Estados Unidos en plena Guerra Fría, propiedad del Ejército Español, fue cedida por el Ministerio de Defensa, el 4 de septiembre de 2006, a los ayuntamientos de Los Villares y Valdepeñas, para su uso. El complejo, con unos dos mil metros cuadrados construidos, denominado oficialmente “Vértice de la Pandera”, cuando ya era de propiedad municipal, entró en los planes de la Diputación, que, previamente, medió para que volviera a manos de los municipios. La Administración provincial invirtió más de medio millón de euros para habilitar el antiguo acuartelamiento, con la idea de darle uso turístico, unos trabajos que estaban listos en 2012. Hasta ahí, todo bien, pero el inmueble fue saqueado y destrozado y así continúa, casi un lustro después.

Fuentes de la Diputación explican que, una vez que las instalaciones fueron reformadas, se pusieron a disposición de las dos administraciones locales implicadas para que le dieran uso y que, para ello, se les había ofrecido asesoramiento y colaboración. La alcaldesa de Valdepeñas, la socialista María de la Paz del Moral Milla, explica que este es el compromiso y que no hay avances al respecto todavía. Sin embargo, el máximo responsable municipal de Los Villares, Francisco José Palacios Ruiz, desvela otros matices de las conversaciones mantenidas. El regidor popular precisa que, una vez que se constató que el inmueble había sido saqueado y que sufría importantes daños, por la irrupción de un grupo de saqueadores, los dos gobiernos locales están a la espera de que la Diputación se haga cargo de reponer todos los elementos sustraídos y de las reparaciones. Ni las arcas municipales de Los Villares ni las de Valdepeñas, asegura el alcalde villariego, están en disposición de afrontar este gasto. Una vez dado este paso, comenzaría la redacción de un pliego de condiciones para buscar la fórmula para gestionar este complejo, como un atractivo más de los dos municipios de la Sierra Sur, a escasa distancia de la capital. Palacios, que dice sentirse satisfecho en todo caso por la labor de la Administración provincial, sí deja claro que todavía están a la espera de que se solvente esta importante cuestión. No en vano, cree que, a pesar de las dificultades —como que no llegue el agua potable a La Pandera y otros problemas que habría que solventar—, la idea de aprovechar la antigua base de comunicaciones yanqui para usos turísticos es buena. En cuanto a la actividad más adecuada para este refugio, cree que se puede destinar a albergue para excursionistas y apasionados de los deportes de alta montaña.

Con la reforma, se habilitó un albergue distribuido entre las tres plantas del edificio, con una zona de servicios generales, que incluirán bar y comedor, ubicados en el nivel más bajo; dormitorios, en la primera como en la segunda planta, y diferentes salas de usos múltiples que también irán emplazadas en la segunda planta. Actualmente, después de los daños sufridos en el inmueble, hay vigilancia privada y están tapiadas las ventanas, para evitar que entre algún intruso. Aun así, son perfectamente visibles las consecuencias del saqueo en las antiguas dependencias militares.