Ruina donde debía estar el centro de día de Santa Isabel

El 16 de septiembre se cumplirán diez años de la colocación de la primera piedra del Centro de Día de Santa Isabel. Al paso que va, el edificio puede que no cumpla su primera década en pie. En abril de 2018, la Asociación de Vecinos Sagrado Corazón, que es la que representa los intereses de este barrio de la capital, puso el grito en el cielo porque las instalaciones estaban saqueadas. El colectivo levantó la voz y logró que los poderes públicos se movieran para abrirlo por fin al público, pero poco, a tenor de los hechos. Y es que el inmueble, destinado a atender a los mayores de una zona de la capital densamente poblada, bien pudiera albergar el rodaje de una cinta sobre un apocalipsis zombie: ventanas destrozadas, puertas caídas, suciedad a espuertas, pintadas y, lo que es peor, grietas, un indicio de que la estructura quizás no esté bien. ¿Pero que ocurre con este centro? Las obras comenzaron en la época en la que la socialista Carmen Peñalver era alcaldesa y, en 2011, cuando por la mayoría absoluta del PP tuvo que entregar el bastón a José Enrique Fernández de Moya, quedaba por acometer la última fase de los trabajos y equiparlo.

No fue hasta 2014, cuando la Concejalía de Asuntos Sociales le ofreció a la Agrupación de Cofradías la posibilidad de gestionarlo, algo que no gustó a los vecinos, que exigían que estuviera en manos privadas. Esta vía se agotó por el fuerte rechazo de la Federación Objetivos Comunes. Tras volver a reclamar su aprovechamiento la asociación vecinal con fuerza en 2018, el alcalde, Javier Márquez, aseguró que nada podía hacer para la apertura, puesto que el suelo no era del Ayuntamiento, sino de la Junta. A mediados de mayo, la Administración regional llegó al compromiso de entregar la parcela lo antes posible y así fue el 1 de agosto. A la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) le dio tiempo hasta a rectificar un error en el proceso de permuta que era necesario para que el terreno fuera municipal. Sin embargo, no fue hasta ocho meses después, en la última Gerencia de Urbanismo que se celebró el lunes 25 de marzo, cuando el Ayuntamiento desbloqueó este trámite, lo que implica aceptar la entrega. El informe municipal que permite dar este paso tiene fecha de 21 de febrero de 2019.

La imposibilidad de disfrutar de un equipamiento que es muy demandado en Santa Isabel y parte de Peñamefécit y el Gran Eje dio lugar a una situación insólita. Con este argumento, la asociación de vecinos vetó la presencia de políticos municipales en las verbenas del barrio, que se celebran en junio. El alcalde, junto a otros miembros de la Corporación, del PSOE y JeC, sin embargo, acudió. En una noche muy tensa, el presidente de “Sagrado Corazón”, Francisco Gómez, les llegó a increpar desde el escenario de las fiestas e, incluso, se encaró con el máximo responsable municipal.