Niños desafían a la muerte por jugar en el Ruiz Jiménez
Pequeños trepan por las vallas para echar partidos de fútbol o baloncesto los fines de semana
Hay niños que, simplemente, desafían a la muerte por jugar un partido de fútbol o de baloncesto. Solo con ver la altura a la que está la valla queda claro que no es una exageración. Ocurre en el Colegio Ruiz Jiménez de la capital durante algunos fines de semana —no todos—. Generalmente, son los sábados cuando pequeños de los alrededores quedan para echar unos partidillos y pasar la mañana soñando que son Messi, Cristiano Ronaldo o Sergio Canales. En cambio, hasta conseguirlo, tienen que escalar varios metros de altura y asumir que, si se caen, el golpe es monumental. El centro cuenta con cámaras de seguridad y, además, ya avisó, hace un par de años, de que había niños que se colaban en la pista de fútbol sala y en la de baloncesto. No violentan puerta alguna, ni ventana. No van a robar. Solo quieren jugar.
Juan Carlos Ruiz es el director del centro: “Hace tiempo, conocimos que había fines de semana en los que había gente dentro del colegio. Hicimos dos cosas: Cuando sabíamos que estaban dentro, llamábamos a la Policía, que venía y los desalojaba. Además, lo pusimos en conocimiento de la Concejalía de Educación, que es la encargada del mantenimiento de los centros”. Hace dos años, la valla por la que se ve trepar a los niños en la imagen de esta información se elevó. De hecho, se ve el nuevo acople, ya que está de otro color. En cambio, el pasado curso, los niños continuaban saltando. Entonces, se colocó otra valla alrededor de los tejados —se ve por la calle Puerta de Martos—, ya que era el lugar por el que los pequeños continuaron entrando después de que la valla creciera. Ahora, se ha recuperado el camino inicial, es decir, la valla de siempre, que está más grande, pero, al final, se consigue saltar.
“No sabíamos que este curso continuaban entrando. A veces, había vecinos que nos lo decían”, dice el director. Además, también se ha hecho labor educadora: “Algunos sabíamos quiénes eran. Por eso, yo hablé con ellos y les dije que no se saltaran al colegio porque se podían caer. Ellos me decían: Maestro, si solo venimos a jugar. Cuando te dicen eso y ves que en el barrio no hay ningún sitio para jugar al fútbol o al baloncesto, la verdad es que se te cae un poco el alma”.
Precisamente, el barrio de La Magdalena carece de instalaciones deportivas o parques en las que los niños puedan jugar al fútbol o al baloncesto. Además, no todos los que se cuelan en el interior son del Ruiz Jiménez, sino que hay muchos que pertenecen a otros centros de enseñanza. El director confirma que no han notado daño alguno en las instalaciones del centro durante los fines de semana. De hecho, la constancia que tenían de que los pequeños entraban para jugar era por el relato de los vecinos o de personas que se encargan del cuidado de las instalaciones. Sin embargo, las pistas de fútbol y la de baloncesto sí que registran mucha actividad durante los sábados y los domingos. Hay niños que arriesgan su vida por divertirse con el balón, pese a que verlos entrar genera escalofríos.