Malestar en alumnos del “Santa Catalina” por las humedades
Desde el centro afirman que los problemas vienen de la creación del adosado y pedirán su arreglo a Educación
Agua acumulada en el suelo, cartones para intentar absorberla, techo que se cae a pedazos y mucha humedad. Esas son solo algunas de las condiciones que se encuentran, desde que comenzó la época de lluvias, los alumnos que asisten a sus clases en la segunda y última planta del instituto de Secundaria Santa Catalina.
“Cuando entramos en septiembre había una gotera en nuestra clase y otra en la parte del proyector, que más o menos nos parecieron normales. Pero con las primeras lluvias del invierno se hicieron más grandes e, incluso, parte del techo se caía a trozos, así que hablamos con el jefe de estudios y con los profesores, que nos dijeron que se iba a arreglar”, explica Vanesa Molina, delegada del ciclo de Mediación Comunicativa que se imparte en el centro.
A la vuelta de las vacaciones, apunta, parecía que todo estaba bien, pero las precipitaciones registradas la semana pasada les hacen pensar que los únicos trabajos que se realizaron para acabar con el problema de humedad en las clases fueron los de pintura. “Ya no se podía estar en las aulas, con todo el suelo mojado, e incluso un ordenador que intentamos quitar del medio. Y hablando con el resto de compañeros nos dicen que nuestra clase no es de las que se encuentra peor”, puntualiza. Una situación que, recrimina, podría ser insaluble, puesto que pasan en las instalaciones seis horas cada jornada durante cinco días a la semana: “No tenemos por qué aguantar unas condiciones tan malas”.
Por su parte, el secretario del centro, Cristóbal Beltrán, explica que trabajan desde hace tiempo en encontrar el foco del problema, y aunque han conseguido minimizarlo, reconoce que todavía no han dado con el punto exacto. “Hace cuatro o cinco años se construyó por parte de la delegación de Educación un adosado al edificio con aulas para los ciclos formativos, y desde el primer momento tenemos goteras”, afirma. Este mismo verano trabajaron durante aproximadamente diez días para intentar repararlas sin éxito, y en octubre de nuevo realizaron intervenciones en la zona. “El adosado tiene el tejado plano y cuando la lluvia no es muy intensa medio se soporta. El problema llega cuando ya son más intensas las precipitaciones”, apunta Cristóbal Beltrán. La intención del equipo directivo, que se reúne todos los lunes para tratar sobre los problemas del centro, es la de trasladar la situación a la delegación de Educación para que tome las medidas oportunas. “Sabemos que tienen en marcha, aprobado y tan solo a falta de dotación presupuestaria, un proyecto para el arreglo de las cubiertas. Pero mientras tanto tenemos que solucionar esta situación”, reconoce el secretario del Instituto Santa Catalina de Alejandría.