La patrona regresa a Los Cerros
Cientos de “guadalupanos” reciben en romería a la “Chiquitilla del Gavellar”
Mayo comienza con una cita ineludible para los ubetenses. Jornada en la que niños, jóvenes y mayores se citan de madrugada para salir con dirección hacia el Santuario del Gavellar, no sin antes hacer una parada en la aldea de Santa Eulalia, donde la hermandad filial ofrece a los romeros un desayuno, antes de partir al encuentro con la patrona. Ya a las siete, en el Santuario de Guadalupe, se rezó el rosario y la misa de romeros, en la que cantó el coro Pasión Andaluza. Acompañados por el repiqueteo de las campanas, romeros de todas las edades acompañaron a la “Chiquitilla del Gavellar” en su traslado desde el santuario a la aldea. Ya en el anejo, sobre las diez, se ofició otra misa para los aldeanos y ubetenses, para después proceder a la entronización de la patrona en la plaza central de Santa Eulalia, donde los devotos realizaron una ofrenda floral.
Pero no todos los ubetenses estaban en el anejo, ya que, a las nueve de la mañana, partían las carrozas y caballistas desde la plaza de Andalucía con destino a la aldea. Media hora más tarde, desde “Cuatro Caminos”, partía la quinta edición de la Quedada de Bicicletas “Entreamigos”. A la misma hora, pero desde la plaza Vázquez de Molina arrancaba la octava edición de la caravana de coches de época amigos de los clásicos “Virgen de Guadalupe”.
Así, durante toda la mañana, la plaza central la aldea era un “hervidero” de personas entre casetas y chiringuitos instalados para la ocasión .Tras el encuentro con amigos y la convivencia en la aldea, los romeros partían con la patrona, sobre las cuatro y media, con dirección a Los Cerros, donde llegó sobre las siete y fue recibida por José Navarrete Oller, en el “Molino de Lázaro”. Navarrete dedicó palabras cargadas de emoción a la “Chiquitilla del Gavellar”. Tras el recibimiento la comitiva partió en procesión hasta Santa María.
Un joven de unos 20 años fue herido por arma blanca en Santa Eulalila y fue trasladado hasta el Hospital San Juan de la Cruz. Al cierre de esta edición, no había sido intervenido y estaba fuera de peligro.