El programa de ayuda a los sintecho de Cáritas, “al límite”

Más 21.500 personas atendidas en 2019 gracias a este recurso

14 mar 2019 / 11:37 H.

Sin dejar de lado el encomendarse a Dios y la confianza en la provincia, como buen cristiano que es, el director de Cáritas Diocesana, Rafael López-Sidro, reconoce que el programa que la organización puso en marcha para atender a las personas sin hogar está, en sus palabras, “en una situación límite”. ¿El motivo? Es tan sencillo como que cada vez cuesta más trabajo lograr reunir los recursos necesarios para el mantenimiento de este plan que, como recuerda el representante de la organización, es el único que existe en la provincia jiennense destinado a aquellos que no tienen un techo. López-Sidro ejemplifica el problema de liquidez en el hecho de que, mientras que hace una década, con las subvenciones recibidas de las administraciones públicas, en Cáritas lograban reunir una suma que les permitían afrontar el 70% de los gastos, actualmente, estas ayudas solo son suficientes para asumir el 20% de esta intervenciones sociales. El hecho contrasta con otra realidad, como es que las necesidades a las que hay que hacer frente no menguan. Sin ir más lejos, conforme a los últimos datos que manejan en la entidad, de un año para otro, los ingresos de este tipo descendieron en más de doscientos mil euros, tantos como lo que se necesita para la atención a los que carecen de casa.

Desde que comenzó 2019, el programa destinado para los sintecho contribuyó a mejorar la situación de más de 21.500 personas. A lo largo de 2018, fueron 141.510, más que vecinos tiene la capital. “Ciertamente, la cantidad de gente que necesita que le echen una mano no se incrementa, pero la ayuda que precisan sí. Hay una cronificación de la pobreza”, argumenta el director de Cáritas Diocesana, que apunta que hay usuarios de su red de ayuda que, durante los doce meses de cada ejercicio, precisaron de auxilio en 35 ocasiones. Por ahondar en esta idea, López Sidro apunta que, para el programa de personas sin hogar, se precisan unos 260.000 euros y que solo disponen de 75.000 que llegan en forma de colaboraciones públicas. Para lograr la cuadratura del círculo, la institución de la Iglesia tira de ingenio para contar con autonomía financiera, de ahí que, por ejemplo, se haya editado un libro con fotografías de la Semana Santa, con cuya venta se quieren obtener ingresos, y se opte a todas las convocatorias que existen, además de llamar a las puertas de empresarios, para que pongan su grano de arena. A ello hay que añadir un mayor esfuerzo de todos los que forman el equipo que se encarga de esta labor. Las acciones específicas para los sintecho giran en torno a tres ejes. Por un lado, un grupo de voluntarios recorre las calles de la ciudad para mantener el contacto y hacer llegar aquello que necesitan a las personas que viven en la calle. A ello hay que sumar el centro de día de Santa Clara, que permite a los que deambulan por la calle tomar el desayuno y otras comidas, además de asearse y, en el caso de aquellos que tienen necesidades específicas, recibir otros cuidados. La tercera pata de esta iniciativa gira en torno al hogar en el que se acoge a personas que carecen de vínculos sociofamiliares, sin redes de apoyo que los sostengan y, en muchos casos, con gran deterioro tras años viviendo en la calle o en viviendas infrahumanas. Este centro tiene a más de una docena de personas atendidas actualmente. Con todas ellas se firma un contrato terapéutico para ayudar a su reinserción. En el tiempo que encuentran bajo este amparo se les proporciona todo lo necesario para su día a día.

Nueva colaboración con Maristas para ofrecer medio centenar de camas

Cáritas y Maristas abren la Casa de Acogida Nuestra Buena Madre. Para ello, las dos entidades firmaron un convenio de colaboración que, en principio, tendrá una vigencia inicial de dos años. Maristas cede el uso dos viviendas unifamiliares, ubicadas en el mismo complejo educativo, mientras que Cáritas asume la aportación de los recursos materiales y humanos. Para sellar este compromiso, se organizó un acto al que asistieron el superior de la Comunidad Marista de Jaén, el hermano Serafín Mayor; el director general del Colegio Santa María de la Capilla, Carlos Javier Aguado; el delegado de Pastoral del centro, Francisco Javier Navarro; el director de Cáritas Diocesana de Jaén, Rafael López-Sidro, y el coordinador de Cáritas Interparroquial de Jaén, Javier Porras. La iniciativa partió de voluntarios de Maristas que participan de manera habitual en el dispositivo especial impulsado por Cáritas durante la campaña de la aceituna, que tiene como fin principal el acompañamiento de quienes duermen en la calle. La propuesta fue muy bien acogida por el Instituto de los Hermanos Maristas Provincia Mediterránea, propietario de ambos inmuebles, que dio el visto bueno a llevar a cabo este acuerdo de colaboración con Cáritas que permitirá atender a medio centenar de personas.