El “Caribe” canino jiennense

JaénCan cautiva en la capital con las comodidades de su residencia y el nivel de adiestramiento del centro

31 jul 2016 / 11:33 H.

El paraíso canino. O el Caribe de los perros. Que cada cual decida cómo adjetivar las instalaciones, con microclima incluido, ofrecidas por JaénCan, residencia y centro de adiestramiento para canes que atrae cada vez a más clientes.

Fernando Melero es el gerente de un proyecto que arrancó a principios de mayo. Afronta su primer verano de actividad con síntomas prósperos, tanto en interés como en número de usuarios. Constructor de profesión, el jiennense conoció a Rubén Cervantes, ex guardia civil especializado en el adiestramiento de perros. “Somos amigos gracias al deporte, afición que compartimos. Le propuse educar a mi can”, recuerda Melero. Hubo algo que llamó la atención del jiennense cuando inició el proceso: Cervantes tutelaba el adiestramiento, no se limitaba a ejecutarlo. Esa es la forma de hacer por la que apuesta JaénCan, ubicada en la parcela 10 del polígono de los Olivares. El nivel formativo es uno de los principales atractivos del centro, explica Melero a Diario JAÉN.

Rubén Cervantes coordina los cursos Alianz Canine World Wibe. “Somos los únicos del sector en Jaén que contamos con formación avalada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. La gente que hace nuestros cursos, de seis meses de formación, logran el grado dos de adiestramiento”, remarca. Ya hay casos de alumnos que han conseguido el certificado. “Lo interesante es que pueden quedarse con nosotros para hacer prácticas durante un año”, agrega.

La metodología desarrollada excluye el factor alimenticio. Nada de comida para incentivar a los canes. Cervantes aboga por los juegos. “Perros deportivos. Logramos que están a la disposición de los dueños de una forma dinámica”, expresa Rubén Cervantes, con más de tres décadas de experiencia en el “oficio”.

zona. Melero está encantado con el trabajo de su socio. El centro cuenta, ahora, con dieciséis aspirantes a adiestradores. Los usuarios también han tenido ocasión de contemplar cómo son las instalaciones de los canes. Se trata de parcelas de doce perreras con microclima y cámaras de videovigilancia, destinadas para los clientes. “Aquí, las mascotas parecen que están de campamento. Tienen hasta agua pulverizada, como en las terrazas de los pubs”, indica Fernando Melero.

Cuatrocientos metros cuadrados de césped artificial completan un entorno idóneo para cada una de las razas —todas son potencialmente “usuarias”— que integran JaénCan. Cuando llegue el invierno, no habrá problemas. “Todo está listo para adiestrar al perro bajo la lluvia y reforzar los vínculos”, concluye.