El Aguascebas logra resucitar a un muerto muy vivo

Daniel Santos, alcalde pedáneo de Mogón, protagonista en el tradicional paseo por las calles de la aldea

23 jul 2019 / 12:13 H.

Daniel Santos, alcalde pedáneo de Mogón, aldea perteneciente a Villacarrillo, fue el protagonista del tradicional paseo en ataúd. Fue un entierro, pero el “muerto” estaba muy vivo. Es una fiesta original de Mogón que congrega a multitud de visitantes de la zona y de otros lugares no tan cercanos. El “vía crucis” se celebró por toda la aldea. Daniel Santos se encerró en el ataúd y fue llevado por las principales calles de la aldea por sus amigos. Además, el recorrido también estuvo acompañado por la banda de cornetas y tambores de la aldea de Villacarrillo.

Este “entierro” se trata de una tradición que halla su origen a finales de los años 80. Fue por aquellos entonces cuando el alcalde pedáneo, agobiado de tanto trabajo con los preparativos para las fiestas patronales, exclamó: “Ni muerto me vais a dejar tranquilo”. Fue así como este tradicional paseo dio sus primeros pasos. Tiempo después, con los sucesivos cambios de gobierno local, la tétrica fiesta dejó de organizarse pero tras ocho años se ha retomado con aceptación entre los vecinos de la pedanía de Villacarrillo.

Así, en esta preferia —las fiestas se celebran en honor de San Vicente de Mártir—, el alcalde pedáneo, Daniel Santos, protagonizó su entierro. El cortejo partió su recorrido en torno a las diez de la noche por el Paseo de la Alameda. La comitiva paró, uno por uno, en todos los bares de la zona para ahogar sus penas y refrescar el sofoco. Entre tanto, disparos de cohetes y más vecinos dispuestos a mostrar su duelo por el joven político “fallecido”. Ya en torno a la medianoche, el cortejo llegó a las orillas del Aguascebas, a la piscina natural de Mogón. Allí, los amigos del alcalde arrojaron su “cadáver” a las frías aguas del río. Poco después salió a flote entre los aplausos de las cientos de personas que se arremolinaban en cada lado. El alcalde resucitó y, como manda la tradición, deberá de organizar de nuevo las ferias y fiestas de Mogón.

Con esta particular tradición, se pretende simbolizar el descanso que se quiere dar al alcalde antes de la llegada de las ferias y fiestas patronales de la aldea.