El abandono se ceba con el céntrico barrio de San Juan
“Torre del Concejo” muestra algunos problemas de la zona a Izquierda Unida
El barrio de San Juan tiene, entre sus calles, parte del legado histórico más olvidado de Jaén. Son muchas las peticiones que se hacen desde la asociación de vecinos que vela por los intereses de esta zona, “Torre del Concejo”, para que desde la Administración local se pongan en marcha proyectos de rehabilitación y mejora. Ante estas llamadas, representantes de la asamblea local de Izquierda Unida (IU) se reunieron ayer con miembros del colectivo vecinal para conocer, de primera mano, los problemas y la situación del barrio, donde vieron las “pésimas condiciones” en las que se encuentran algunas zonas y edificios.
Durante su visita, Juan Ávila y Ángeles Padilla recorrieron San Juan acompañados de Francisco Jesús Castro, presidente de la Asociación de Vecinos Torre del Concejo, y José Sánchez, también integrante de la misma, quienes les mostraron las condiciones que presentan sus calles, “el mal estado de solares y viviendas abandonadas, las muchas barreras arquitectónicas que impiden a algunos vecinos salir de sus propias casas, la mala comunicación mediante transporte público...”, señalan desde IU en un comunicado. Asimismo, aseguran que, mientras en muchas ciudades sus cascos antiguos reflejan “el encanto de lo viejo que da testimonio a las civilizaciones más modernas”, el de Jaén es todo lo contrario. “El Gobierno municipal deja morir el casco histórico de la ciudad, donde incluso existen calles por las que ni siquiera pasa el servicio de limpieza. Nuestro casco antiguo está viejo y sucio, y sus vecinos sufren el abandono”, apuntan.
Una de las peticiones recurrentes que se hace desde la Asociación de Vecinos Torre del Concejo es la puesta en valor de los elementos patrimoniales que componen el centro histórico. Entre ellos, el presidente del colectivo, Francisco Jesús Castro, destaca el papel de la iglesia y convento de Santo Domingo. Por ello, el colectivo vecinal propone una solución muy simple para poder disfrutar de la monumentalidad de este conjunto arquitectónico: la instalación de una mirilla por la que se pueda observar el interior de la iglesia.