Condena por divulgación de los correos de Urdangarin

Diego Torres tendrá que pagar un euro como indemnización por daño moral al esposo de la Infanta Cristina

20 jul 2016 / 11:32 H.

La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo (TS) condena al exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, a raíz de la revelación y divulgación, durante la instrucción del caso Nóos, de numerosos correos electrónicos de carácter personal e íntimo relativos a la vida privada del exduque de Palma. Así, la mayoría de los medios de comunicación se hicieron eco también del contenido de los emails. “Su condición de personaje público no minusvalora ni degrada su derecho fundamental a la intimidad”, determina tajante el tribunal en su sentencia, con la que condena a los demandados a abonar a Urdangarin el importe de un euro como indemnización por daño moral y a la publicación del encabezamiento y fallo de la sentencia. La resolución judicial insta asimismo a los demandados a “cesar y abstenerse en lo sucesivo en el descubrimiento, revelación, publicación, difusión y divulgación en cualquier medio del contenido de los mensajes”, que hagan referencia a la vida íntima del marido de la Infanta Cristina o de su familia, así como “hacer declaraciones, efectuar comentarios, emitir opiniones o juicios de valor sobre el contenido de dichos mensajes”.

El Alto Tribunal recrimina, en relación a los medios que “se extralimitaron en la noticia, ahondando en su contenido y morbo”, la intromisión ilegítima en el derecho a la intimidad personal y familiar del demandante: “Una cosa es que las actividades –del señor Urdangarin– estén expuestas a la curiosidad o incluso al escrutinio de los medios de comunicación y de la ciudadanía y otra que su conducta privada, en el ámbito matrimonial, sentimental o sexual pueda ser divulgada o expuesta como mercancía”. La Sala, que desestima los recursos de casación interpuestos por el propio Torres y por varios de los medios afectados contra la sentencia que dictó la Audiencia Provincial de Barcelona por estos hechos, hace hincapié en que “ni el derecho de información ni la libertad de expresión amparan la invasión de la intimidad de una persona”. Cabe recordar que la resolución dictada en primera instancia desestimó la demanda, mientras que la Audiencia revocó la misma y estimó la demanda interpuesta de Urdangarin, declarando lesionado su derecho a la intimidad personal. El Alto Tribunal valora en abstracto el peso de los respectivos derechos fundamentales que entran en colisión –libertad de información y derecho a la intimidad–, “siendo regla general que la revelación de las relaciones afectivas de las personas carece en absoluto de cualquier trascendencia para la comunidad, porque no afecta al conjunto de los ciudadanos”. Asimismo, se examinó la intensidad y transcendencia con la que cada uno de estos derechos resultó afectado.