Cánticos para acompañar a Santa Quiteria en sus fiestas

Sorihuela del Guadalimar vive por todo lo alto las celebraciones de su copatrona

29 may 2017 / 12:05 H.

Santa Quiteria, como copatrona, tiene enorme tirón en Sorihuela del Guadalimar. Por ello, la segunda quincena de mayo está marcada en rojo para la mayoría de los vecinos, hasta el punto de que prácticamente todos, salvo las personas más ancianas, se desplazan hasta el paraje del Cerrico Pelón para rendirle pleitesía en su ermita.

Desde primera hora, el trasiego de fieles fue destacado en el inmueble y sus alrededores. A partir de las diez de la mañana el volteo de campanas, acompañado del disparo de cohetes anunció el comienzo de una intensa jornada. De manera gradual, el bullicio se incrementó. De esta manera, a las doce del mediodía empezó la eucaristía dedicada a la virgen y mártir, una ceremonia oficiada por el párroco, Jesús Fernández. Puso ritmo y eucaristía a la misa el coro parroquial sorihueleño. Entre los presentes en el recinto se encontraba buena parte de la Corporación Municipal, encabezada por el alcalde, el popular José Manuel Leal.

Después de los cultos, los presentes se dirigieron hacia los “chozos”, unas estructuras con reminiscencias pastoriles. Dotados de mobiliario son muy acogedores y mezclan cañizo con otros materiales. Están numerados y permanecen durante todo el año. Vecinos y visitantes, en grupos familiares y de amigos, dieron buena cuenta de los manjares servidos para la ocasión. El almuerzo fue propicio para la convivencia y para compartir comida y bebida en la mejor de las compañías.

Después de un receso de sobremesa, a las siete de la tarde partió la procesión, con el regreso hasta el puente del río Guadalimar, que representaba el regreso de la santa hasta la parroquia de Sorihuela. La comitiva estuvo integrada por la comisión gestora, autoridades eclesiásticas y civiles, las directivas de las hermandades locales y romeros, todo ello con las piezas interpretadas magistralmente por la Agrupación Entre Corona de Espinas. Por la noche se vivió una verbena, que precedió al encendido de una traca.

Sin embargo, pese a que el programa terminó anoche, algunos sorihueleños permanecen hoy en los “chozos” para disfrutar de la última de las cuatro jornadas que suele durar la romería. De esta manera, las familias aprovechan la ocasión para acabar con las existencias de alimentos y de bebidas.

La programación, por segundo año, fue organizada por la gestora, compuesta por Antonio Muñoz, Antonia Ruiz y Juan Carlos García. Todos hicieron un esfuerzo especial para que las celebraciones, comenzadas el 20 de mayo con el traslado de la imagen, tuvieran el máximo realce. Los habitantes del municipio desean que la extinta cofradía se vuelva a constituir y que se convoquen elecciones lo antes posible.