Begíjar volverá a soltar tres vaquillas en la feria del día 23

A pesar de la polémica, el equipo de Gobierno apuesta por los aficionados

01 sep 2018 / 13:03 H.

Se reunió el “cónclave” del equipo de gobierno para debatir “vaquillas sí o vaquillas no” y, tras sopesar los pros y los contras, los reunidos apostaron por la fumata blanca: Begíjar tendrá suelta de reses bravas en su feria de septiembre, que se celebra cada año, los días 24 y 25, en honor al Cristo de la Vera Cruz, aunque, este, por tener un fin desemana previo, las fiestas empezarán el sábado 22. “La suelta de vaquillas será el domingo, 23 de septiembre, por la tarde”, un recorrido urbano, en el que las calles estarán protegidas por vallas sólidas. Así lo afirma el alcalde, Damián Martínez Resola, quien considera que los encierros son buenos para la fiesta, la diversión de la ciudadanía, la economía local y el turismo. “Es sorprendente la cantidad de municipios de la provincia de Jaén que celebran encierros y festejos taurinos. En nuestro pueblo no hay tradición, pero el pasado 25 de julio, no solo acudieron los vecinos, sino que vino mucha gente de fuera”.

Tras tomarse la decisión municipal, ahora solo falta adquirir las reses. “Hay recortadores y gente semiprofesional, con mucha experiencia, que se han ofrecido para echarnos una mano, tanto en la organización, como en la compra de las reses”, explica el alcalde. Añade que un grupo de vecinos le ha expresado su intención de constituir una peña taurina. Sería también la primera en el municipio.

Incidente. Begíjar, en su historia, solo ha celebrado dos sueltas de vaquillas hasta la fecha. La primera, manifiesta Damián Martínez, se celebró el día de Santiago de 2015. La segunda, el 25 de julio de 2018, una experiencia que quedó emborronada por una serie de circunstancias, “accidentes”, los llama el alcalde.

Unos hechos, que protagonizó una de las vaquillas y que sirvieron para que defensores de los animales, en concreto la Federación de Jaén contra el Maltrato Animal, los denunciase a través de sus redes sociales. Un vecino escribió, en su día, su relato de los hechos: “Lo que se vivió... en mi ‘pueblo’ es escandaloso, la vaquilla se partió el pitón contra un poste metálico... y el dueño de un bar de la misma calle... dejó abierta la puerta dejando entrar al animal dentro del establecimiento para sorpresa de todo el mundo. La vaca salió chorreando sangre y una popular familia de la rabia que sintió de ver desmantelado el bar, lógicamente al verse acorralada, partieron vasos encima de su cabeza, puñetazos y patadas sin ton ni son. Menos mal que al final la gente reaccionó a esta barbarie abucheándolos”. El alcalde considera que fue un episodio aislado que hizo mucho daño, pero la gente censuró ese proceder “de una persona concreta”.