Aparatoso accidente con un herido grave tras ser arrollado

La conductora chocó con un quiosco de la ONCE en la céntrica calle Rastro

06 feb 2019 / 11:17 H.

Alguien avisó al grito de “cuidado” cuando vio que un pequeño coche blanco había invadido el acerado de la calle Rastro, la antigua Correa Weglison, en pleno centro de la capital. Su advertencia sirvió de poco: el vehículo se llevó por delante a un anciano que paseaba por la zona, se estampó contra un quiosco de venta de cupones y arrastró una boca de riego. Finalmente, el automóvil se detuvo al colisionar contra un árbol ubicado en la acera contraria, justo delante de la puerta del antiguo bar Zurito. El peatón resultó herido grave y tuvo que ser trasladado al Hospital Neurotraumatológico con daños en ambas piernas y diversas contusiones por todo el cuerpo. La conductora y su acompañante sufrieron una crisis de ansiedad, al igual que la vendedora de cupones que, milagrosamente, acababa de salir de su establecimiento para ir a desayunar al bar “Samoa”, como hace cada mañana. Probablemente, esa costumbre le salvó la vida.

Los hechos ocurrieron alrededor de las diez y diez de la mañana. Testigos presenciales explican que el vehículo implicado en el accidente bajaba por la calle Vergara para incorporarse a la calle Virgen de la Capilla. Por causas que se investigan, la conductora perdió el control del automóvil. Las primeras hipótesis apuntan que pudo pisar por error el pedal del acelerador, en lugar del freno, al tratarse de un coche eléctrico. La conductora dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas a la que fue sometida. El golpe causado por el vehículo fue muy fuerte. De hecho, el quiosco de la ONCE está visiblemente desplazado de su lugar original. Algunas personas que estaban en la zona explican que escucharon como “una fuerte explosión”. Justo antes, había embestido al anciano, que quedó tendido sobre el suelo. También causó daños en un semáforo, una boca de riego y un árbol, ubicado unos metros más abajo, pero en la acera contraria.

Ajena a todo, la vendedora de los cupones acaba de pedir un café con leche y media tostada. Va con prisas, porque tiene el negocio desatendido. Justo cuando le da el primer bocado, escucha el estruendo que viene de la calle. Varios clientes se asoman al exterior y cuentan que ha habido un accidente y que un coche se ha llevado por delante el quiosco. La dueña sale corriendo de la cafetería. A partir de ahí, se viene abajo y entra en estado de “shock”. Varios peatones y un compañero que vende “iguales” en una calle cercana tratan de consolarla.

Mientras tanto, la Policía Local y los servicios sanitarios han llegado al lugar del siniestro. Atienden al anciano atropellado y lo preparan para su traslado urgente al centro hospitalario. Para entonces, la calle Rastro se ha llenado de personas que todavía no comprenden qué ha podido pasar. Alrededor de las doce de la mañana, los agentes lograron restablecer completamente el tráfico en la zona.