“Os importamos un pimiento”
Fue al cabo de tres largas horas de repetitivo debate sobre la situación del Ayuntamiento cuando los grupos municipales levantaron la vista, miraron al fondo de la sala y empezaron a abordar los problemas de la ciudadanía. De la nube de números rojos bajaron a la cruda realidad que atenaza a decenas de familias. Sin embargo, en un pleno enrarecido por los “exabruptos” del propio alcalde a un sector del público, al que llamó “hooligan”, y de algunos asistentes al regidor y a otros miembros de la Corporación, las expectativas iniciales se enturbiaron hasta desaparecer entre el desencanto, la indignación y el descreimiento en la “clase” política.
De las cuatro mociones que se discutieron, la que más interés despertó —y la que llenó el salón de plenos— fue la que promovió la plataforma STOP Desahucios, a través de JeC. La portavoz del colectivo, Cristina Téllez, denunció que, en Jaén: “Muchas familias viven una situación dramática por los desahucios porque el derecho a una vivienda digna es hoy papel mojado”. Para atajar esta situación, abogó por la creación de una oficina municipal contra desahucios, que garantice la intermediación y el asesoramiento a las familias.
Desde el Gobierno local, el edil de Vivienda, Francisco Javier Márquez, rompió una lanza por las administraciones públicas: “Han tomado medidas porque un desahucio supone la muerte civil de una persona”. Pero, aun admitiendo el drama, ni el PP, ni C’s creyeron que esta oficina sea necesaria cuando hay servicios similares, dijeron. “Nos parece una situación muy preocupante, pero no hay que duplicar servicios para no aumentar el gasto del Ayuntamiento”, leyó el edil Víctor Santiago, que señaló: “El problema de raíz se debe solucionar en las Cortes”. No obstante, abogó, en forma de enmienda, por un fondo de viviendas de alquiler social y lanzó la posibilidad de que el alcalde se reuniera con los colectivos afectados. En una intervención apasionada, el edil de JeC, Andrés Bódalo, recordó las 600.000 ejecuciones hipotecarias que se han producido en España desde 2008, y señaló: “A veces las personas nos tenemos que medir no por lo que decimos, sino por lo que hacemos”.
“Esto sí es política con mayúsculas. Miremos a nuestra tierra. La situación de paro, de gente desahuciada. Si esta oficina se pone en marcha —apuntó, afirmando que costaría “cero euros”—, estaremos haciendo nuestros deberes”. Pero ni él, ni la plataforma y ni siquiera la presencia de afectados por desahucios consiguieron que el PP y C’s se movieran del “no”. Una negativa que dolió más viniendo del partido naranja. “Incumplen el programa electoral —les recriminó un ciudadano—. Estáis aquí por los vecinos y ¿qué hacéis? —preguntó, extendiendo la interpelación al equipo de Gobierno—. ¡Os da igual! Os importamos un pimiento”. Y, mientras abandonaba el salón al grito de “sinvergüenzas”, remató: “Ahora me decís hooligan”.