07 feb 2023 / 00:03 H.
Ver comentarios

Jaén es una de las zonas más importantes en cuanto a arqueología prehistórica de la Península Ibérica. La provincia jiennense tiene 42 puntos con pinturas rupestres declarados Patrimonio de la Humanidad por la Asamblea General de la Unesco en 1998, dentro del conjunto del arco del Mediterráneo, muchos de ellos de libre acceso. Estas pinturas prehistóricas, que fueron halladas generalmente en refugios rocosos y cuevas, pueden verse, en mayor o menor medida, en los términos municipales de 24 municipios jiennenses. Durante miles de años, la mayor parte de estas manifestaciones artísticas han permanecido prácticamente inalteradas legando un patrimonio cultural y natural de valor incalculable. No obstante, algunas de ellas han sido objeto de ataques, unas agresiones calificadas de “salvajadas”, tanto por las administraciones como por los expertos en el arte rupestre, contra de uno de los principales patrimonios culturales que posee el territorio natural jiennense, generando un amplio rechazo social a lo largo de los años y que se extiende hasta la actualidad.

.

Image

El más sonado. El más mediático. “Pintura” sobre pintura.

La pintura rupestre conocida como Las Sacerdotisas, ubicada dentro del conjunto VII del yacimiento de las Vacas del Retamoso en el Parque Natural de Despeñaperros, sufrió un acto vandálico en diciembre de 2021. Dos misteriosas figuras antropomorfas bitriangulares con tocado, junto a un ciervo en actitud de berrea, amanecieron la mañana del 12 diciembre rociadas con spray de color rosa. Este yacimiento rupestre fue uno de los primeros que se incorporaron al catálogo de conjuntos con arte esquemático de la Península Ibérica y es uno de los más importantes del patrimonio prehistórico español. Su existencia fue constatada en 1913 por Henry Breuil, investigador del Instituto de Paleontología Humana Instituto de París. Cuenta con 400 figuras diseminadas en 14 puntos diferentes. Abrigos y cuevas de las formaciones rocosas tan emblemáticas como inaccesibles de Sierra Morena Oriental. El arte esquemático fue el estilo con el que se identificaron las primeras comunidades agrícolas y pastoriles. Sus motivos se caracterizaron por el empleo de formas esquemáticas y abstractas, con figuras antropomorfas, zoomorfas, a veces acompañadas de ídolos, que se utilizaron para formar composiciones de carácter conceptual y simbólico dentro de un abanico cronológico comprendido entre el VI y el II milenio a.C. La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta restauró con éxito la pintura rupestre de Las Sacerdotisas en poco más de un mes.

.

Image

No sólo son pintadas, sino que además emplean el pico

El sábado 14 de abril de 2014 un grupo de personas visitó la pintura rupestre ubicada en la cueva de Los Escolares, en el término municipal de Santa Elena, dándose cuenta ipso facto de que se había perpetrado un crimen cultural. La expedición, en ese momento, explicó que la fechoría cometida consistió en un robo, puesto que había un picotazo en el centro de la pared e intentaron llevarse un trozo de piedra. Unos daños irreparables en una zona que no había sido alterada durante más de 5.000 años. La cueva de Los Escolares adquiere este nombre porque fue encontrada el 3 de marzo de 1973 por un grupo de escolares. Se trata de un pequeño hueco en la roca, pues tiene un tamaño de 1,5 metros de ancho por 1,5 de profundidad y 1,5 de alto. En la pintura afectada, previamente, se distinguía un antropomorfo golondrina con los brazos muy prolongados y unos trozos desvaídos propios del periodo esquemático.

.

Image

Llueve sobre mojado en el término pegalajareño

La ocupación humana de Pegalajar y su término municipal se remonta a la prehistoria. Algunos de los abrigos que posee el municipio pagalajareño, como los de la Pedriza, el Puerto o los diferentes abrigos de la Serrezuela, albergan pinturas rupestres, aunque no en buen estado, pues se encuentran en una situación deplorable. En concreto, el de la cueva de la Pedriza, lamentablemente, ha sido virulentamente mancillado por numerosos actos vandálicos desde su descubrimiento, con un ostensible proceso de deterioro causado por desalmados que desgraciadamente campan a sus anchas en la sociedad con total impunidad. En 2006, esta cueva, inscrita como Bien de Interés Cultural en el Catálogo de Bienes de la Consejería de Cultura de la Junta, fue vilipendiada con numerosos graffitis en sus paredes, atentando de manera manifiesta contra estas pinturas milenarias. Algunas de ellas, milagrosamente, se pudieron salvar. Pero, sin embargo, a partir de esta fecha, la atrocidad que se ha cometido con la cueva de la Pedriza es, cuando menos, de Juzgado de Guardia. Está cubierta, casi en su totalidad, de pintadas. En su mayoría, nombres propios de quienes cometieron este acto delictivo y que, además, utilizan este escenario para realizar una práctica ilegal como es el “botellón”.

.

Image

Inclemencias climatológicas que no se subsanan con el requerido mantenimiento

Las pintadas de grafittis no son la única causa de deterioro que sufren las pinturas rupestres jienennses. Además de este acto de vandalismo, las inclemencias meteorológicas hacen estragos en estas manifestaciones artísticas, puesto que, en la mayoría de los casos, se encuentran a la intemperie y no se aplican acciones de mantenimiento de forma periódica. Por ejemplo, en el paraje de Otíñar, en el término municipal de la capital jiennense, que engloba más de una veintena de yacimientos con abrigos y cavidades, algunas de ellas actualmente se encuentran con pintadas, desconchones en la piedra e incluso disparos de escopeta, como son los casos del cerro del Frontón o la cueva de Los Herreros, donde se pueden observar unas pinturas que, como consecuencia del abandono, han sido tratadas con total impasibilidad por mantener su conservación.

.

Image

Parajes naturales que forman parte de una ciudad incivilizada

El paraje de Otíñar, con el paso de los años, ha transmutado en una zona de esparcimiento de la capital jiennense. Esto suscita que la mayoría de abrigos que posee en la actualidad radiquen en fincas particulares. El problema, en este sentido, está en que, al igual que sucede con la mayoría de pinturas rupestres, no hay ninguna protección que ampare de un modo u otro estos bocetos o dibujos prehistóricos. La cueva de Los Soles es un claro ejemplo de “estropicio” provocado por el ser humano. Hace quince años, las paredes de este relevante hallazgo fueron picadas, destruyendo las figuras circulares y soliformes que habían representadas. De aquellos luceros en forma de sol adquiere el nombre este yacimiento.

.

Image

El H2O es pernicioso para las pinturas rupestres

El agua, tal y como aseguran los expertos, es muy dañina para las pinturas rupestres y causa su desaparición. La cueva del Plato deja patente cómo las figuras que albergaban sus pinturas han ido desvaneciéndose como consecuencia de la pulverización de agua. Allí, las manifestaciones artísticas prácticamente han desaparecido, fruto del esparcimiento de agua de quienes pasaron y pasan por este emblemático lugar. Lo que quedan de estas manifestaciones prehistóricas están declaradas Bien de Interés Cultural (BIC). Por otro lado, su nombre verdadero es la cueva del Rajón, como ha sido conocida de siempre por los lugareños y pastores. Pero los investigadores de las pinturas rupestres le pusieron cueva del Plato por un plato que ponían los pastores para recoger agua de una estalactita para que bebiera el ganado.

.

Image

Abandono, a la intemperie y sin protección

El municipio de Jamilena alberga varios yacimientos de pinturas rupestres de incalculable valor. Uno de ellos es el conjunto del Pecho de la Fuente, una zona que al estar a la intemperie ha visto cómo sus pinturas han ido degradándose con el paso de los años. Las inclemencias climatológicas, al igual que el exiguo interés por su conservación, han provocado destrozos en muchas de ellas. Para más inri, la cueva Palomera, concretamente, fue objeto de pintadas de spray, siendo la más damnificada en la actualidad. Estos actos de vandalismo son fruto de la carente protección con la que cuentan estos espacios prehistóricos, sin la implementación de ningún vallado, facilitando el acceso de cualquier persona.

.



Las 7 salvajadas mayores contra nuestro Patrimonio

 

1.- Vacas del Retamoso, en el Parque Natural de Despeñaperros, en Santa Elena

 

2.- La cueva de Los Escolares, en el Parque Natural de Despeñaperros, en Santa Elena.

 

3.- La cueva de la Pedriza, en Pegalajar.

 

4.- El cerro del Frontón y la cueva de Los Herreros, en el paraje de Otíñar, en Jaén.

 

5.- La cueva de los Soles, en el paraje de Otíñar, en Jaén.

 

6.- La cueva del Plato, en el paraje de Otíñar, en Jaén.

 

7.- La cueva Palomera, en Jamilena.

 

XTRA