La provincia de Jaén tiene numerosos monumentos y enclaves turísticos para enseñar a todo visitante. Aunque hay lugares como la Catedral de Jaén con una campaña incansable detrás para que sea Patrimonio de la Humanidad y que presenta un aspecto más que cuidado. Otros enclaves, en cambio, tienen un estado más deficiente y su conservación enseña que su camino a la desaparición está muy próximo. Hay quienes tratan de luchar permanentemente para que, aunque sea un solo vestigio, permanezca en pie, pero hay algunos monumentos que el paso del tiempo no hace justicia con ellos y de ahí, pasen a engrosar la temida Lista Roja de Patrimonio.

¿Qué es la Lista Roja?
La Lista Roja es una iniciativa puesta en marcha por la asociación Hispania Nostra en el año 2007 para mostrar a la sociedad una vía para conservar y defender el patrimonio histórico de España, especialmente aquellos monumentos que tienen un riesgo evidente de desaparición e implicar así a administraciones o colectivos que correspondan para su conservación. ¿Qué hay que “hacer” para acceder a este listado crítico? Desde esta asociación tienen a consideración una serie de requisitos para que cualquier ciudadano puede acceder al formulario para registrar ese monumento en estado de deterioro. Entre los principales requisitos figuran su valor patrimonial, la relevancia social del monumento en su entorno, su nivel de protección legal, riesgo de amenazas o probabilidad de sucesos dañinos, estado de abandono o negligencia permanente, su vulnerabilidad y un plan de intervención para su conservación, independientemente de que esté puesto en marcha o no. Todo ello, con el fin de prevenir la conservación del monumento en cuestión, llamar la atención de las asociaciones e instituciones, pero sobre todo a los propietarios que ostentan ese enclave cultural y, también, erradicar un delito muy vinculado al patrimonio cultural como es el expolio.

Jaén, provincia andaluza con más pacientes en la UVI patrimonial
Esta Lista de Roja de Hispania Nostra se encuentra en constante actualización, hasta el punto de que los últimos enclaves a nivel nacional entraron el pasado viernes, ambos en Palencia como son la Harinera de Grijota y la Harinera de Campos Los Ángeles y complejo ferroviario de Castromocho. En el caso de la región andaluza, Jaén es la provincia que cuenta con más enclaves patrimoniales en la Lista Roja con cuarenta y cuatro. La siguiente provincia con más monumentos en estado crítico es Granada, con treinta y siete. Entre ambas provincias suman el 50,62% del total de Andalucía, mientras que solo la jiennense representa del 27,5% del global regional. En cuanto a Jaén, a lo largo de este último año han engrosado tres monumentos, pero fue a lo largo del 2021 cuando más “camas” se abrieron en esta UVI patrimonial con un total de once, siendo el año con más entradas en la lista desde que se registraron las dos primeras en 2007. Del resto de provincias andaluzas, solamente Cádiz supera la veintena de monumentos con riesgo de desaparición, con veintidós. El orden de este ranking preocupante lo completan Sevilla, con dieciocho; Málaga, con catorce; doce en Córdoba; nueve en Almería y Huelva cierra la Lista Roja en Andalucía con cuatro enclaves en riesgo de desaparición.

Los “abuelos más delicados” del viejo Santo Reino
Dentro de esta inmensa lista de 44 monumentos jiennenses con el semáforo de la conservación patrimonial en rojo, hay dos que acumulan un total de quince años dentro de la Lista Roja de Hispania Nostra y que, desde su entrada en 2007, no han salido de ahí. Se tratan del Castillo de Giribaile, en Vilches y el convento de Santo Domingo en La Guardia de Jaén. En cuanto al primero --desde el 21 de noviembre de 2007 en la Lista Roja--, las ruinas de este castillo del siglo IX pertenecen actualmente a una familia de La Carolina, aunque recientemente el Ayuntamiento y los actuales propietarios mantienen negociaciones para su adquisición por parte de la administración municipal vilcheña y, según pudo saber Diario JAÉN, “van por buen puerto”. Posiblemente, en los próximos días o semanas haya novedades al respecto. Respecto al convento guardeño, entró en la Lista Roja el 16 de diciembre del mismo año ante su evidente estado de abandono. De hecho, ocho años después, se hundió la cripta del templo por la rotura de una tubería. La intervención para su reparación tuvo un coste de 24.000 euros sufragados tras un acuerdo entre Aqualia, el Ayuntamiento guardeño y el Obispado de Jaén. A pesar de ello, continúa en estado crítico.

Los últimos pacientes de la UVI monumental
A lo largo de este 2022, han sido tres los enclaves patrimoniales a los que se les ha encendido la alerta roja con motivo de su evidente estado de abandono. Se tratan de la capilla de Nuestra Señora del Rosario en la iglesia de la Encarnación de Bailén, en la lista desde el 21 de marzo; el conjunto de la Estación de Ferrocarril de Baeza-Begíjar, desde el pasado 19 de mayo, y la iglesia de San Pedro de Úbeda, que “solo” lleva en la Lista Roja desde el pasado 27 de octubre. Respecto al primero, ya ha habido conversaciones con la propiedad, que en este caso es el Obispado, para que se puedan intervenir en los frescos de la misma, que se encuentran en mal estado de conservación. Respecto a la Estación de Ferrocarril, al deterioro evidente por el paso del tiempo se suma los actos vandálicos que ha sufrido, como son paredes derribadas o la ausencia total de ventanas y puertas, sin olvidar tampoco las grietas o riesgos de caída de las casas de los antiguos ferroviarios. Y en cuanto al último “paciente” jiennense de la UVI patrimonial, la iglesia de San Pedro se encuentra sin uso pese a que en 2012 había un proyecto de recuperación como espacio de celebración de actos del palacio-hotel colindante.

Un Patrimonio de la Humanidad con muchos “achaques”: Úbeda
Las ciudades patrimoniales de Baeza y Úbeda son uno de los principales reclamos de todos los turistas que acuden a la provincia de Jaén –la última andaluza en cuanto a distribución porcentual del turista según la última Encuesta de Coyuntura Turística de Andalucía (ECTA), con un 2,9%, en el tercer trimestre de 2022--. Aunque, la Ciudad de los Cerros es también el lugar jiennense con más monumentos en esta Lista Roja, con seis. Además de la mencionada iglesia de San Pedro, también figuran la casería Villa Gutiérrez, la antigua Estación de Ferrocarril, el convento de San Francisco de Asís, el Puente de Ariza y la ermita de San Bartolomé. Pero, además de estas seis alertas rojas, Úbeda alberga también el único enclave de la provincia en la Lista Negra, aquellos lugares a los que prácticamente se les está escribiendo su epitafeo. Es la Cárcel Modelo del Partido Judicial, cuya fachada aún se conserva, pero su deterioro es más que evidente. El resto del inmueble se destruyó para proceder a la construcción de edificios. Además, próximamente saldrá a subasta pública y si el equipo de Gobierno municipal tendrá próximamente una reunión con los gestores de la misma, desde el PP y colectivos piden su paralización para “uso y disfrute” de los ubetenses.

Movilización colectiva y pacientes ya “en planta”
El hecho de que haya 44 monumentos jiennenses en la Lista Roja es una señal de un aumento considerable por la preocupación colectiva por la conservación de los monumentos. Así lo confiesa el delegado en Andalucía de Hispania Nostra, Enrique Bocanegra: “En Jaén hay más preocupación y mayor movilización que nunca”. Así, hay lugares como el castillo de Villardompardo, donde se hacen actuaciones desde 2017 para rehabilitarlo, o el oratorio rupestre de Valdecanales en Rus, con más de 1.500 años de historia y que se hacen limpiezas de manera quincenal, entre otras intervenciones. Unas actuaciones que le han valido a estos dos enclaves, junto con la Ermita de Madre de Dios del Campo y la iglesia de San Lorenzo, ambos en Úbeda, el Puente Mocho entre Beas y Chiclana de Segura y la iglesia de Santo Domingo de La Iruela para salir de la UVI y entrar en la Lista Verde. Además, otro “paciente” es la iglesia de Santo Domingo de Silos en Alcalá la Real, para el que hay un proyecto de recuperación 2.106.000 euros de fondos europeos. Su redacción correrá a cargo de Tragsa y el inicio de las obras está previsto para 2024, que entre otras actuaciones contemplan la restauración tanto de la iglesia como del yacimiento arqueológico, perimetraje de este último y la iluminación monumental de todo el conjunto.