De cantidades importantes a las gratificaciones actuales

La antigua Regional Preferente, hoy convertida en División de Honor, era una competición en la militaban jugadores que habían sido profesionales en equipos de Segunda B y Tercera. Tenían cabida equipos de Granada, Almería, Málaga y Jaén. Se pagaban sueldos importantes para futbolistas que alargaban su carrera y determinadas cantidades a jugadores aficionados que, después de su jornada laboral, cambiaban el uniforme para entrenar y, posteriormente, disputar los partidos el fin de semana. Era un fútbol, que en muchos casos, se practicaba en campos de albero, con excepciones de césped natural en algunos municipios de la provincia. Eran partidos con aroma de café, copa y puro. Esa esencia se ha perdido. Los clubes han apostado por tener más recursos tecnológicos en detrimento, incluso, del potencial de sus plantillas, pese a que dentro de sus posibilidades abonan cantidades a estos futbolistas que les permiten tener un complemento a su sueldo habitual. Independientemente de esta situación, aún existe un grupo de futbolistas que, pasados los 30 años, siguen militando en equipos de División de Honor, Primera y Segunda Andaluza. Unos juegan por afición y otros por el incentivo de la compensación económica, e incluso algunos solo por los gastos de gasolina.

Del albero al césped artificial
Es Jaén una tierra marginada en inversiones y la deuda de proyectos de las administraciones con ella es importante, pero, al menos, los municipios se beneficiaron en su momento del dinero del Plan Activa, impulsado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Sirvió, entre otros fines, para financiar proyectos de campos de fútbol de césped artificial en la provincia. El histórico Sebastián Barajas de Jaén pasó del albero o arena a un verde superficial, al igual que el campo que lleva el nombre del recordado Antoñete, o los de Alcaudete, Arjona, Cazorla, Huelma, Peal de Becerro, Porcuna, Santisteban del Puerto y Torredelcampo, entre otros, dispusieron de un nuevo terreno de juego. Los ayuntamientos y los clubes recibieron un espaldarazo a sus proyectos.

Los clubes se reinventan con la pandemia
La crisis sanitaria golpeó con dureza a toda la sociedad. En el camino se han perdido las vidas de muchas personas, pero la covid-19 también afectó a la economía y, además, paralizó las grandes competiciones deportivas y pequeñas. El fútbol modesto no fue una excepción y las perdidas fueron importantes a la hora de cuadrar los presupuestos, porque primero, en la campaña 2019/2020, se dio por concluida la temporada y los finales de la Liga se organizaron en sedes neutrales con partidos a puerta cerrada. El ejemplo más claro, las eliminatorias de ascenso a Segunda B celebradas en Málaga en julio de 2020. El comienzo de la siguiente campaña también continuó por le mismo camino y los aficionados, parte esencial del espectáculo deportivo, no podían acceder a los estadios. ¿Qué hicieron los clubes? Apostaron por retransmisiones a través de canales de pago, como en Tercera División el Real Jaén, el Atlético Mancha Real, el Atlético Porcuna o el Torreperogil. El Linares, que ascendió a Segunda B, se adhirió a Footers.

La competencia por la irrupción de otros deportes
El liderazgo del fútbol en el territorio nacional es incuestionable por ese poder y dimensión que acreditan el Real Madrid, el Barcelona o el Atlético de Madrid en la cúpula futbolística nacional. ¿Qué ha pasado en la provincia de Jaén? Es el deporte más practicado con diferencia, pero han surgido otras modalidades con pujanza y con estructuras importantes que cuentan con mucho apoyo en pueblos jiennenses. El bádminton tiene numerosos jugadores en Arjonilla y un equipo en la máxima categoría; el hockey es un referente andaluz y nacional en Alcalá la Real; la lucha es un símbolo en Torredelcampo con medallistas regionales, nacionales e internacionales; el kin ball crece en Martos de una forma importante y el fútbol sala está imparable en la capital con un crecimiento del Jaén Paraíso Interior y una masa social de más de 5.000 abonados por segunda temporada consecutiva

El objetivo de superar las 13.000 licencias federativas esta campaña
Desde la Federación Jiennense de Fútbol se ofrece un mensaje de optimismo después de tres años marcados por unas cifras bajas de licencias a causa de la pandemia. Incluso clubes de prestigio provincial decidieron no crear equipos por motivos sanitarios. Esa situación, afortunadamente, se ha superado y esta temporada se aspira a superar las 12.500 licencias de la campaña 21/22 y se ha marcado el objetivo de llegar a las 13.000. La mayoría de las competiciones empiezan este fin de semana después de que el día 18 comenzara la Primera Andaluza Sénior y dos de los tres grupos de la Segunda. El lema es cubrir todas las categorías y potenciar aún más el fútbol femenino, además de dar cabida a los jugadores con esa Liga para mayores de 35 años. Igualmente, desde la Federación Jiennense se organizarán jornadas para bebés en distintos puntos de la provincia.

¿Cuánto cuesta jugar en un equipo de fútbol base?
Los futbolistas aficionados cobran alguna cantidad fija y en otros casos variables (partidos jugados, ganados o gastos de gasolina), pero en el fútbol base la situación ha cambiado de forma radical en la última década. Las familias tienen que hacer un esfuerzo importante para que sus hijos o hijas jueguen durante una temporada, aunque los equipos hacen una excepción en casos de jugadores con pocos recursos. Se pagan entre 100 y 400 euros por militar en un equipo y los futbolistas y sus progenitores organizan sorteos o venden lotería pra sufragar gastos. Los casos no solo se circunscriben a los clubes de la capital, sino que en otros equipos de la provincia se pagan cantidades similares. En contraprestación, los futbolistas reciben la camiseta del equipo, el chándal, pago de licencias y otro material para afrontar la campaña.