04 jul 2023 / 00:02 H.

Las pasadas elecciones municipales dieron que hablar en sus prolegómenos y también en las tertulias “a posteriori”. Comenzaron con polémica por la eliminación de mesas electorales en las pedanías jiennenses, una decisión tomada desde Córdoba que generó un problema que no encontró cauce hacia la solución más que el de facilitar el transporte del electorado a núcleos de población más grandes, donde sí pudieron ejercer su derecho a voto. Continuaron con una campaña emponzoñada por la polarización heredada de unas elecciones que parecían leerse más en clave nacional que municipal y con los dos partidos hegemónicos como los mayores infractores, así lo determinó, al menos, la Junta Electoral Provincial. Acabaron con una derrota que sabe a gloria para el Partido Popular, y es que el granero socialista jiennense se erigió como dique andaluz frente al tsunami Juanma Moreno, cuyos efectos no van a durar toda la vida, visto y comprobado. El gato al agua se lo ha llevado Francisco Reyes, aunque cabe apuntar que nunca antes los de Erik Domínguez habían logrado resultados tan positivos. La Diputación Provincial de Jaén se queda en rojo, muy al pesar de quienes se erigen adalides de la libertad, pero es que los votantes así lo han decidido: el 40,4% de los jiennenses se decantó por el Partido Socialista y el 37,7% por el Partido Popular. Les siguen como fuerzas más votadas en la provincia Vox (5,7%), Para la Gente (3,3%), Jaén Merece Más (2,7%) y Ciudadanos (2%).

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Los que salen y a los que largan

Dijo el laureado escritor portugués José Saramago que hay algo positivo en la derrota y algo negativo en la victoria, y es que ninguna es definitiva. Hay quienes sostienen la vara de mando por primera vez, quienes la sueltan tras años de servicio público y quienes, pese a contar con el respaldo de sus vecinos, se ven obligados a dejarla por intereses que nada tienen que ver con la decisión democrática del pueblo. Ese es el caso de Isabel Uceda, candidata del Partido Socialista a la Alcaldía de Lopera, que ganó, pero a la que sus cuatro concejales no le dieron la comodidad suficiente como para reeditar el Gobierno local. Hubo que buscar socio y lo encontró en Para la Gente, se logró acuerdo, pero con una condición “sine qua non”: la alcaldesa no sería Isabel Uceda, sino la tercera de la lista, Carmen Torres. Por fortuna para la vetada, el aparato provincial de su formación ya le ha acomodado un sillón en la Diputación Provincial. Entre los que marchan por su propio pie, hay históricos como Francisco Sabalete (Escañuela) y Pascual González (Santiago-Pontones); caras conocidas como la de Valeriano Martín (Alcaudete), y despedidas que, en contra de lo que decía Saramago, son definitivas, como la de Fina Millán (Arroyo del Ojanco), que ni repitió como candidata ni encontró relevo en las siglas a las que representa.

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Siempre hay alguien más joven y hambriento bajando la escalera detrás de ti

Si algo ha marcado la legislatura que se va, es la pandemia de coronavirus. Dos años prácticamente en blanco en los que los esfuerzos de los dirigentes municipales se centraron en una tarea para nada baladí: salvar la vida de sus vecinos. Ante tal panorama, la consigna de los partidos mayoritarios fue clara para sus candidatos: hay que repetir experiencia. Poco relevo hay en un escenario donde impera la continuidad, un marco en el que también hay caras nuevas, como en Arjonilla, donde un cambio de cromos entre Miguel Ángel y Luis Miguel, los dos Carmona, mantiene la Alcaldía para Ciudadanos. Otro Carmona, Francisco esta vez, recuperó la de Andújar para el Partido Popular tras ocho años de dominio de la izquierda, y la candidata socialista en Escañuela, feudo del puño y la rosa —encarnado en Sabalete—, se estrena como la alcaldesa más votada de la provincia, Ana María Fernández es su nombre. Los independientes, liderados por Lijarcio, desbancaron del sillón espeluseño a Manuela Cobo; en Jódar, de las pocas plazas donde se logró acuerdo entre Izquierda Unida y Podemos, la Alcaldía se la quedó Juana Cazorla; Baeza equilibró la balanza y al final decidió Jaén Merece Más, que más que dársela al partido de Feijóo quiso quitársela a Lola Marín, y Auxi del Olmo y Yolanda Marcos ganaron el pulso para la derecha en Linares y Quesada.

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El pulso en los grandes feudos lo gana la derecha

De la inexpugnable Ciudad de los Cerros, con tercera mayoría absoluta consecutiva para la socialista Antonia Olivares, al dominio incontestable del popular Marino Aguilera en Alcalá la Real, quien, a lo Juanma Moreno, ha logrado el apoyo suficiente como para no tener que consensuar sus decisiones con la bancada de Ciudadanos. Entre estos dos polos opuestos, los demás: Jaén, Linares, Andújar y Martos, los grandes feudos de la provincia. El marcado ascenso de Vox en Martos no aguó las aspiraciones de la izquierda, que se alzó con la Alcaldía, en manos de Emilio Torres, punto para los de Francisco Reyes. En Andújar, una de las grandes sorpresas de la jornada electoral: bastón de mando para Francisco Carmona Limón, que recupera el mando para orgullo de Jesús Estrella, actual delegado del Gobierno de la Junta en Jaén y último alcalde popular de Andújar, punto para Erik Domínguez. Linares y Jaén, las dos plazas mayores, también son para los herederos de la antigua Alianza Popular. En la Ciudad de las Minas, primera mujer alcaldesa de la democracia, Auxi del Olmo, que gobernará en minoría. En tierras capitalinas, la consonancia manifiesta entre Jaén Merece Más y el Partido Popular bloquearon cualquier opción de gobernar de la lista más votada, la del socialista Julio Millán, por lo que el Ayuntamiento de Jaén tiene nuevo hidalgo, Agustín González, y también escudero, Manuel Carlos Vallejo, un giro por el que todavía patalean en la calle San Andrés.

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¿Dónde están las llaves, matarile, rile, rile?

¿Imaginan un apretón de manos en señal de pacto entre Feijóo y Díaz tras las próximas elecciones generales? ¿O entre Sánchez y Abascal? La inverosimilitud de ambos escenarios nos lleva a pensar en un posible que solo lo sería en el plano de la Inteligencia Artificial, pero la política municipal es de otra pasta. Acuerdos antinatura, vetos, vuelcos —algunos históricos—, y Ayuntamientos cuya llave ha ido a parar a manos de terceros. De todo ha habido, como en la viña del Señor, en la provincia de Jaén. Entre los más sonados, cabe destacar el del Partido Popular e Izquierda Unida en Jódar, acuerdo que dejó fuera a Enrique Yerves, que con ocho concejales socialistas no pudo gobernar frente a los nueve ediles que daba como resultado la suma de los que hay a su izquierda y los que tiene a su derecha. El empate entre Jaén Merece Más y el Partido Socialista en Santiago-Pontones lo deshicieron los populares, que auparon a la formación provincialista a la Alcaldía. En este contexto, no se puede dejar de hablar del pacto “de la vergüenza” con el que los dos partidos mayoritarios dejaron sin la Alcaldía a Miguel Manuel García (Para la Gente) en Villatorres, tampoco del acuerdo de Gobierno entre los independientes y el Partido Popular en Villanueva del Arzobispo o el tripartito con Ciudadanos al frente en Rus, donde se repartirán la legislatura.

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Más es más cuando lo bueno, si breve, no siempre es mejor

Sin tener en cuenta los sombríos años en los que las decisiones sobre el futuro de España se tomaban en un plano alejado de lo democrático, el socialista Roque Lara, exalcalde de Villanueva de la Reina, es el dirigente municipal más longevo de la provincia de Jaén, casi tres décadas de mandato revalidado cada cuatro años por sus vecinos. La segunda posición la comparten tres: los socialistas Francisco Javier Sabalete y Francisco Jiménez, y el popular Enrique Puñal, alcaldes de Escañuela, Santo Tomé y Cárcheles, respectivamente, desde hace 28 años. El primero lo deja, el segundo y el tercero continúan con mayoría absoluta en sus municipios, por lo que, si nada se ve alterado en el orden natural de las cosas, alcanzarán los 32 años en el cargo cuando finalice la presente legislatura. En el corte de los 24 años en el poder están Miguel Anguita (Torredonjimeno), Alfonso Medina (Sabiote), Manuel Vallejo (Quesada) y Manuel Fernández (Aldeaquemada), de los que solo este último sigue en la política activa, con mayoría absoluta en las pasadas municipales y, por ende, con otros cuatro años de Gobierno por delante. La dicotomía aquí está en que la política no suele concebirse como un oficio, sino como un servicio público de carácter temporal, aunque “si es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde”, poco hay que añadir a la elección popular.

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El bastión de los desaparecidos entre tanto puño y tanta rosa

Lo de Ciudadanos no son malos resultados, sino una cadena eslabonada de debacles electorales que enfilan su camino hacia la desaparición: autonómicas, municipales y para de contar, que no habrá generales para aquel proyecto que comenzó Albert Rivera, del que puede quedar casi todo, pero que adolece de uno de sus sustentos más importantes: la confianza del votante, por lo que poco o nada más hay que rascar en las urnas. Decisión acertada la de un partido que tiene en la provincia de Jaén a uno de sus alcaldes más votados. ¿Cómo se explica esto? Si no es cuestión de color ni ideología, no queda otra que sea el personalismo propio de la política municipal donde reside la solución a este galimatías. Otro dato para más ver: entre los diez alcaldes más votados de la provincia hay siete socialistas, un popular, un andalucista y Miguel Moreno, el que clava la pica para Ciudadanos en Porcuna. Fue alcalde bajo el manto del Partido Popular, lo ha sido al amparo de las siglas que hoy se atribuye Adrián Vázquez por méritos democráticos internos y lo volverá a ser cuatro años más como líder en la provincia de una formación que está en plena búsqueda de su utilidad en las esferas más altas. Hay quien dice que Moreno sería reelegido alcalde de Porcuna así se presentase por Izquierda Unida.

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Los 7 alcaldes más votados

 

1. Escañuela: Ana María Fernández Extremera
La candidata revalidó el arropo que Escañuela ha demostrado al Partido Socialista de Francisco Javier Sabalete. Con un 81,4%, se alza como la alcaldesa más votada de la provincia jiennense..

 

2. Cazalilla: Manuel Jesús Raya Clemente
El alcalde de Cazalilla saca pecho de su gestión y renueva al frente de la Alcaldía con más del 78,9% de los votos para él, candidato del Partido Socialista (PSOE).

 

3. Benatae: José Pascual Bermúdez Alarcón
Los vecinos de Benatae vuelven a confiar en José Pascual Bermúdez, del Partido Socialista, para que ocupe la Alcaldía. Algo más del 78% de las papeletas llevaban su nombre.

 

4. Beas de Segura: José Alberto Rodríguez Cano
El socialista repite como dirigente municipal en Beas de Segura, donde sus convecinos refrendaron su gestión con más del 74% de los votos para su candidatura.

 

5. Marmolejo: Manuel Lozano Garrido
Aplacado tras desafiarle el liderato del Partido Socialista en Jaén a Francisco Reyes, el alcalde de Marmolejo repite con un apoyo claro: el 73,7% de sus vecinos se decanta por a él.

 

6. Chilluévar: Mairena Martínez Gómez
La segunda cara nueva del listado, también de las filas socialistas. Pese a ser su primera vez ante el juicio de las urnas, fue respaldada por el 71,1% de sus vecinos.

 

7. Génave: Jaime Aguilera Samblás
Cierra la lista de los siete alcaldes magníficos el de Génave, también del Partido Socialista. A él lo apoyó el 70,6% de los ciudadanos que ejercieron su derecho a voto.