Robots puritanos

08 may 2018 / 08:26 H.

Me pregunto dónde ha quedado nuestra frescura a la hora de expresarnos de forma cotidiana; dónde está la espontaneidad, la libertad, la independencia... Estamos tan encorsetados, tan autocensurados, que creo que de puro garantistas nos estamos volviendo robots puritanos. Vivimos rodeados de espías de nuestras propias vidas, de gentes que nos ¿conocen?, siguen nuestras opiniones, nuestros pensamientos, nos alaban, nos insultan. No tenemos más remedio que defendernos ocultando nuestros nombres, renunciando a nuestro propio yo para aparecer como otro: Unas veces mejor, otras ni se nos reconoce. Es el tributo que pagamos ante unos avances tecnológicos que parece que todo nos lo dan gratis. Nos espían y nos dedicamos a espiar: Al vecino, al novio de los quince años, a los vecinos que discuten. Es de locos. Sin embargo, a pesar de las molestias de la exposición continua, he querido creer que hay una parte muy positiva en las redes sociales y es que, a pesar de todo, nos dan la posibilidad de difundir posturas, de concienciar y concienciarnos sobre algunos asuntos como la necesidad de igualdad, el rechazo del machismo, el maltrato, etc. Pero, luego de ver sentencias y feminicidios diarios, me pregunto si los medios y las redes ayudan.