Una cuestión de justicia

Susana Díaz la apartó de los micrófonos y, ahora, Juan Espadas la empodera. Ángeles Férriz se convierte hoy, de forma oficial, en la “voz” del socialismo andaluz en el Parlamento de Andalucía

21 jun 2021 / 17:07 H.

Decidió enfangarse, jugar su futuro político a una sola carta y, consciente de cuál era el clamor de la militancia, no tuvo miedo a tirarse a la piscina cuando el frío más arreciaba. En primera línea, para las duras y para las maduras, pocos se trabajaron como ella un proceso electoral interno que marcará el devenir del Partido Socialista en Andalucía. De las que dan la cara, de las que hablan alto y claro, de las que no se arrepienten de sus acciones, de las que sacrifican su vida por unas siglas por las que lo único que no haría, eso sí, sería matar. Así es Ángeles Férriz Gómez (La Carolina, 1978), una mujer de armas tomar que impone el silencio cuando sube a una tribuna. Estar al lado de Juan Espadas en el proceso de primarias en el que resultó elegido candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía tuvo su recompensa. La coordinadora de campaña del alcalde de Sevilla será la portavoz de la fuerza política a la que representa en el Parlamento, una mera cuestión de justicia. Dios no se queda con nada de nadie.

La parlamentaria autonómica será ratificada hoy en un cargo que supondrá un esfuerzo personal importante y un reto trascendental para su carrera política. Demostró sobrada maestría en el ejercicio de sus funciones cuando Susana Díaz delegó en ella la Portavocía de la Comisión Ejecutiva Regional, en la que oficialmente continúa, y la de la Comisión de Presidencia. Lo que ocurre es que, de un plumazo, fue silenciada. Hay quienes dicen que el motivo estuvo en el simple hecho de hacer bien su trabajo y otros están convencidos de que respaldar a Mario Jiménez le costó caro. El caso es que Ángeles Férriz, una batalladora dialéctica de libro, se quedó compuesta y sin voz. Y, ahora, Juan Espadas la devuelve a la palestra y, cosas de la vida, será ella quien lance los dardos al mismísimo presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, es decir, quien realice el trabajo que, hasta ahora, correspondía a la actual secretaria general del Partido Socialista de Andalucía, su enemiga íntima. Nadie puede ocultar que entre Susana Díaz y Ángeles Férriz hay mucho más que desavenencias y, en este momento de la película, el nombramiento se interpreta como un guantazo político en toda regla. Dice el refrán que el que siembra recoge y hay otro que habla de “la primera en la frente”.

No se trata, no obstante, de cantar victoria. La concepción del equipo del cambio es propositiva, integradora, esperanzadora y tremendamente ambiciosa. El objetivo es centrarse en derrotar a la derecha antes de que quienes arrebataron el poder al socialismo andaluz consigan anclar su estilo en las ocho provincias. El firme propósito de recuperar el Gobierno autonómico impondrá una nueva forma de hacer política jamás vista en una formación de fuerte arraigo en la comunidad. Ni que decir tiene que Ángeles Férriz, para bien o para mal, jugará un papel primordial. El líder del Partido Socialista no está en el Parlamento y es ella la voz de esta organización en una institución clave para el ciudadano. Nadie duda de que la jiennense dejará el listón muy alto. Tomará las riendas en el próximo pleno y, salvo imprevistos de última hora, hoy recibirá la bendición oficial. No está mal empezar así el verano.

Mientras tanto, las miradas se dirigen hacia Susana Díaz. Juan Espadas se reunión con ella, la semana pasada, en un ambiente de cordialidad en el que, sin embargo, los asuntos más conflictivos quedaron pendientes: la renuncia a su escaño en la Cámara autonómica y la dimisión como secretaria general del Partido Socialista de Andalucía. Esos sí son dos grandes frentes abiertos, la batalla final que tiene que liderar Ferraz sin bicefalias.