Un gran camarote

La nueva sede del Partido Popular no solo tendrá como requisito imprescindible estar a pie de calle, accesible para quienes están dentro y los que aspiran a entrar, sino que también necesitará un espacio parecido al de una plaza de toros. Basta con ver el equipo conformado por el nuevo presidente provincial, Erik Domínguez, para darse cuenta de la magnitud de un Comité de Dirección en el que no falta nadie. Tampoco es que sobre un alma. Si querían consenso, integración, unidad y todos los sustantivos que tienen que ver con el cambio de rumbo de una nueva etapa, ahí lo tienen. Alcaldes, diputados, senadores, delegados, concejales, críticos y menos críticos conforman una estructura que dobla a la anterior y que, en cierto modo, simula al camarote de los Hermanos Marx con un comité ejecutivo formado por noventa y siete militantes.

Hay más cargos que municipios tiene la provincia con un objetivo claro: estar cerca de los vecinos jiennenses para, en las próximas elecciones municipales, conquistar la Diputación Provincial de Jaén. El nuevo líder se rodea de los suyos en los primeros puestos, con una mujer de la capital como secretaria general, Elena González, y el alcalde de Bailén como coordinador general, Luis Mariano Camacho. Sorprende que el director de la Agencia Pública de Vivienda y Rehabilitación de la Junta de Andalucía, Agustín Moral, quede en segundo plano. La creación de veintiuna vicesecretarías es el plato fuerte de un Comité de Dirección que demuestra una clara apuesta por el municipalismo y que introduce novedades para otorgar el peso que merecen cuestiones como la ganadería y las tradiciones populares. Hay hueco para todos en la nueva Ejecutiva Provincial o, al menos, para quienes estaban dispuestos a figurar y a dar el callo. La ausencia más destacada es la de Francisco Palacios que, “motu proprio”, decidió descabalgar cuando trascendió el nombre del elegido para un congreso que hizo historia. Sin embargo, sí están Juan Diego Requena y Miguel Contreras, rebajados de posiciones por motivos evidentes, pero presentes en un organigrama que rescata a María Luisa del Moral, a quien le hicieron una buena jugarreta, y a Miguel Sánchez de Alcázar, que representa a los veteranos. El guiño a la capital continúa con el portavoz en el Ayuntamiento de Jaén, Manuel Bonilla, el senador Javier Márquez o el exconcejal José María Álvarez. Ni que decir tiene que la apuesta por la provincia se traduce en la presencia de todos los alcaldes del Partido Popular y la necesidad perentoria de mantener viva la Junta de Andalucía después de conseguir el reto de la conquista se escenifica en el consejero de Hacienda y Financiación Europea, Juan Bravo, la delegada del Gobierno andaluz en Jaén, Maribel Lozano, y Jesús Estrella.

Una figura importante del nuevo Comité Ejecutivo será la del coordinador Senior que, como ya se anunció en el congreso provincial, pretende cuidar a aquellos que llevan años afiliados al partido y continúan como firmes defensores de unas siglas así llueva o truene. El presidente provincial hace hincapié en dos cargos muy importantes, el presidente y secretario del Consejo de Gobiernos Locales porque ellos, junto con el presidente y vicepresidente del Consejo de Portavoces, serán los que designen a aquellos alcaldes tutores que serán la pieza clave para que en aquellos municipios donde la estructura está deprimida, donde pese a los esfuerzos no logran representación en el Ayuntamiento o es mínima, tengan un referente en el que apoyarse porque solo así, teniendo más concejales, conquistando ayuntamientos en los que no gobiernan, pretenden lograr el objetivo de la Diputación. Así es el nuevo equipo de un hombre de consenso, capaz de aunar voces críticas dentro de una misma familia y, sobre todo, de sentarlos a la misma mesa.

¿Habrá adelanto electoral?

La respuesta oficial es que no lo habrá, que en la Junta de Andalucía agotarán mandato, lo mismo que en el Ayuntamiento de Jaén. Sin embargo, se nota cierto nerviosismo, hay prisas por inaugurar lo poco que hay que inaugurar, por presentar proyectos y convocar reuniones que, como la de la Ciudad Sanitaria, no llevan a ninguna parte. A todo ello se une el movimiento que nace en el seno de las plataformas ciudadanas para conformar un partido político que, por más ruido que haya en las redes sociales, nadie puede negar. “Jaén Merece Más” se desvincula y fija todos sus esfuerzos en una denuncia en los juzgados madrileños de la calle Castilla en la que tienen puestas grandes esperanzas. Ahí se dirime el futuro de la provincia.