Un candidato machadiano

La bondad de la persona fue el principal mensaje de los actores implicados en la presentación social de Agustín González Romo como candidato del Partido Popular a la Alcaldía de la capital

13 feb 2023 / 17:48 H.

Felipe González tiene un hijo que aspira a ser el próximo alcalde de Jaén. Es el fichaje estrella del Partido Popular, un político forjado en la batalla de la formación y la disciplina convertido en un auténtico seductor machadiano. El escenario de su presentación pública como candidato a la Alcaldía de la capital, con la austeridad del principiante, dejó claro la que se avecina el 28 de mayo en torno a un jiennense que todos los presentes en un aforo desbordado se pusieron de acuerdo para destacar la bondad de su persona. “Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota de manantial sereno; y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno”, escribió Antonio Machado. Aplaudido por atípico, esdrújulo y mayúsculo, lo que es evidente es que la gestión de alguien que sabe mucho de números y que hace sus pinitos con las letras copará el cartel electoral en la campaña “Ahora Jaén, ahora Agustín”... González Romo.

Agujetas en las piernas deben tener, desde el viernes, quienes pisaron el salón Guadalquivir de la Institución Ferial para asistir a un espectáculo gratuito en el que, tirón de orejas, falló la música. La entrada triunfal de Juanma Moreno entre la marabunta fue la primera levantada de unos asientos que dieron más de un quebradero de cabeza a los responsables del protocolo. Luego hubo muchas más. La canción de “Me pongo de pie, me vuelvo a sentar” pegaba entre la sintonía que tanto costó arrancar en aquella puesta de largo en la que el hijo del pediatra jiennense, no del político nacional, lloró como el niño que lleva dentro. El acto comenzó con las emocionadas palabras del presidente provincial del Partido Popular, Erik Domínguez, más feliz que una perdiz ante el resultado de un plato cocinado a fuego lento que, al final, quedó al gusto de todos, incluidos aquellos comensales que optaron por probar la cocina de un bar cercano ante el olor a chamusquina disipado con el “Ahora Jaén, ahora Agustín”. Fue una explosión de sentimientos para quienes abrazan la fe de un partido que quiere demostrar que hay motivos para la esperanza y la ilusión con la unidad como bandera del buen rollo, despojados del corsé de la corbata y marcando estilo con los “jeans” desgastados y rotos de tanto viaje de ida y vuelta. Esto ya no es lo que era. Continuamos. Siguió la tarde con un debate a tres, moderado por el protagonista, en el que Juan Bravo, que quiere tener más presencia en Jaén tras su marcha a Madrid, no llegó a tiempo. Las cosas del directo situaron a Agustín González entre dos consejeras que significan mucho para él: Rocío Blanco, la compañera que le invitó a entrar en política, y Catalina García, autodefinida como fanática de su tierra. El mensaje del “ménage à trois” que introdujo el vídeo de la campaña fue una declaración de intenciones de un aspirante al bastón de mando con ganas de hacer añicos la ruina económica del Ayuntamiento con gestión y con apoyo de administraciones públicas inundadas por la “ola azul” que lidera Juanma Moreno allí presente.

El candidato de los populares, bendecido con la presencia de alcaldes de su cuerda como Miguel Sánchez de Alcázar y Javier Márquez, tuvo el gesto de recordar a Alfonso Sánchez Herrera antes de desgranar un programa electoral en el que lo de menos serán los baches. Regaló un titular, después de pasear con Bruce por la calle Bernabé Soriano: Erik Domínguez será el número dos de su candidatura. El orden de los factores no altera el producto entre los primeros de una fila en la que todos aspiran a estar. Hubo mucho más en un acto en el que Juanma Moreno se quedó sin canción y con el que empieza una cuenta atrás en la que Agustín González Romo, tomen nota, tendrá que repartir paz y bien entre un electorado de familias votantes de toda la vida en el que no hay perdón para el olvido.

Un candidato machadiano

No hay acuerdos encubiertos en la candidatura del PP de Linares

Lo que se comenta dentro y fuera de Linares es que el exalcalde Raúl Caro-Accino, antes de Ciudadanos y ahora del Partido Popular, aceptó su inclusión como número dos en la candidatura a la Alcaldía de Auxiliadora del Olmo a cambio de una promesa. El “trato” que se pregona en los mentideros de la política es que, una vez que arranque la legislatura, ella se convierta en alcaldesa con el beneplácito de los votantes y, al poco tiempo, sea llamada a “filas” para un alto cargo de la Junta de Andalucía con la finalidad de que sea Raúl Caro-Accino el máximo dirigente municipal. Sin embargo, el aviso a navegantes es que el barco que ha empezado a dirigir el Partido Popular en Linares continuará en línea recta con la parlamentaria autonómica al frente del timón, sin más oleaje que el que quiera zarandear el censo de votantes en la Ciudad de las Minas, es decir, los ciudadanos, que son los que tienen la última palabra en esto de las urnas. Lo que sí hace falta, tanto en Linares como en cualquier otro municipio de la provincia, es que quien llegue el poder, se tome en serio el lugar que ocupa, sea reivindicativo con todas las administraciones públicas y arrime el ascua a la sardina de sus vecinos, que son la verdadera razón de ser.

EN CORTO. Ya no hay perro que ladre a la ministra de Defensa

“No hay perro que le ladre”. Valga la expresión popular para introducir el paso de la ministra de Defensa, Margarita Robles, por Jaén, una representante gubernamental contra la que se convocaron manifestaciones públicas y contra la que se presentaron denuncias judiciales desde la capital por la gestión de un proyecto en el que los jiennenses pusieron grandes expectativas, en realidad, todas. Pueden respirar tranquilos quienes maniobraron con maestría para que lo ocurrido con el Plan Colce quede relegado al cajón del olvido gracias a un proyecto que toma brío, el Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación, Cetedex, una jugada política maestra que significa mucho más que devolver al pueblo la esperanza de que hay futuro.