Tormentas y chaparrones

Arrecian las tormentas, los chaparrones, los aguaceros y los agoreros, que no es lo mismo, en torno a un proyecto que hace que el común de los mortales te pare por la calle para preguntarte: ¿Esto será verdad? El jiennense de a pie no confía ya ni en el telediario después de tantas idas y venidas con proyectos que no llegan, que no terminan, que no arrancan, que no... Es normal que brille el género de la duda ante el bombazo informativo de la creación del Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación (Cetedex) del Ministerio de Defensa en la capital a cuatro meses de unas elecciones municipales en una ciudad en la que la herida del Plan Cole, aquella base logística del Ejército de Tierra más popular que el desaparecido Casa Paco, se instauró en forma de cráter. Como dice el abogado José Calabrús, hasta que no esté contratado el número 2.599 nadie creerá en una revolucionaria infraestructura con tentáculos para enriquecer y dar trabajo a toda la provincia.

Las redes sociales suben el listón de los comentarios y los emoticonos cada vez que aparece la palabra mágica, Cetedex, con confrontaciones entre representantes políticos incluidas que dejan ver que el instrumento es carne de cañón para arremeter unos contra otros en los prolegómenos de una cita con las urnas en la que hay quienes están faltos de la oficialidad de su candidato. Eso que dijo el alcalde, Julio Millán, de que a algunos les pilló el anuncio con el pie cambiado es una verdad como un templo, tanto que el principal partido de la oposición no tiene un discurso de respuesta ahormado dos semanas después. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, marcó el camino de la colaboración y la mano tendida en unas declaraciones solicitadas por la autora de este texto, pero en la sede de la calle San Clemente, dirigida por Erik Domínguez, lo único que hicieron fue poner el tema en cuarentena y solicitar al presidente de la Diputación Provincial, Francisco Reyes, que haga lo posible para evitar que el Cetedex se convierta en una estafa.

En la misma cara de la moneda se encuentra, en este momento, la exsocia de Gobierno municipal María Cantos. La ideóloga de la mascota, de las alharacas y los aspavientos contra la que arremetió el alcalde, en clara alusión a la concejala con el manejo del Plan Colce, prepara artillería para poner en tela de juicio un proyecto que considera sin fundamentación jurídica. Hay un párrafo en el protocolo firmado a tres bandas, Ministerio de Defensa, Ayuntamiento y Diputación, que dice textualmente: “El presente protocolo general no es jurídicamente vinculante ni supone la formulación de compromisos jurídicos concretos y exigibles entre las partes”. Hoy tiene previsto explicar qué significa esa frase, las consecuencias que ella considera que puede acarrear y, en definitiva, cómo echar leña el fuego cuando lo que quedan son apenas ascuas. Lo mismo ocurre con el partido Jaén Merece Más, donde la incredulidad acecha y donde, por cierto, la plataforma que parió las siglas está desaparecida en combate en un tema que sí concierne a la sociedad jiennense.

Así está el tablero político, en la trastienda, ante la creación de tres centros en uno, en el solitario polígono Nuevo Jaén, que en seis años tienen que estar en marcha, con empleo civil más que cualificado, con la Universidad como garante de la formación y con capacidad para crear empresas auxiliares que nada tienen que ver con la industria vista hasta ahora en la provincia. Esto sí es una alternativa a todo lo establecido, una vuelta de tuerca al modelo productivo en la que es normal que haya quienes siembren la duda, pero no procede dar alas a los agorerismos. Ruego que permitan la expresión.

La receta de ir cada uno por su lado hizo que el guiso se aguara y, en este sentido, la izquierda capitalina cocina la unidad para que la próxima cita con las urnas sea un plato exquisito. Jaén, Sentido y Común e Izquierda Unida ya han mantenido una primera reunión ante la necesidad de construir una candidatura unitaria para “frenar a las derechas y a las políticas que han llevado a Jaén a su actual situación de marginación”. Quieren ser determinantes en la configuración de mayorías con representación en el Ayuntamiento. Claramente lo expresaron en un comunicado: “Tenemos que construir una propuesta para representar a la mayoría de la población jiennense, afectada por la crisis y las políticas neoliberales, acabando con la situación de deriva de la ciudad”. Ambas delegaciones acordaron mantenerse totalmente abiertas a mantener todos los encuentros que sean necesarios y, sobre todo, a allanar el terreno común para crear un campo de iniciativas y propuestas en defensa de las capas populares y la economía de la ciudad. Una fórmula idónea para limar asperezas y acabar con diferencias históricas, muchas veces ancladas en el personalismo, que a lo único que conducen es a la división de votos.

La respuesta es que sí y, por supuesto, antes de que acabe el mes de diciembre. Cuestiones ajenas a la organización hicieron que la Subdelegación del Gobierno no pudiera celebrar el Día de la Constitución en tiempo y forma, pero todo hace indicar que se hará, con entrega de premios incluida y en un lugar que está todavía por determinar. Ya se sabe que, como dice el refrán, todos los santos tienen octava, por lo que queda margen para celebrar por todo lo alto una efeméride que no puede pasar por alto. Las exigencias del guión hicieron que no pudiera ser cuanto tenía que ser, pero será, valga el trabalenguas.