Speaker Erik Domínguez

Puede que un día, cuando pase el vendaval electoral que está a punto de llegar, alguien se atreva a explicar por qué el Partido Popular esperó tanto a deshojar la margarita del cartel con el que concurrirá a la Alcaldía de Jaén, un parto más largo que un día sin pan que resulta incomprensible incluso para quienes están metidos en el ajo hasta el corvejón. Nadie duda de que se trata de una estrategia para no quemar al aspirante a un bastón de mando con rosas y, por supuesto, con espinas. Sin embargo, cuando se trata de alguien que conoce poco más que la madre que lo parió, perdón por la expresión, es de recibo que haya quienes llamen al orden a quien tenga que llamar para forzar una presentación oficial que, por supuesto, a nadie sorprenderá. La Feria de San Lucas es siempre una oportunidad única para pasear a un candidato que, por supuesto, se paseó, pero sin la bendición necesaria para que la fotografía funcione. Estamos hablando de la capital.

Una de las casetas de referencia de la fiesta que cierra España, Treintaitantos, fue el marco en el que los populares aprovecharon que el Pisuerga pasa por Valladolid para apuntar con el dedo a Agustín González Romo en sus aspiraciones, las suyas o las demás, ya lo explicará cuando llegue el momento que nunca llega. No estaba preparado, o sí, pero el speaker Erik Domínguez, subido en una caja de cervezas por motivos evidentes, aprovechó la concurrencia de militancia y público en general para decir lo que dijo: “Hay una persona que va a jugar un papel importante aquí el 28 de mayo, yo no digo más que eso, una buena persona que encarna como nadie eso que siempre decimos de trabajo, fuerza y corazón, y en Jaén va a tener la clave de las claves para coger la Diputación”. Y fue entonces cuando el actual director general de Consumo subió al reducido escenario para sentir el aplauso del público. Apoteósico.

Ni que decir tiene que al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se le presenta hoy la oportunidad perfecta para rematar la faena y hacer que Agustín González salga por la puerta grande de una feria en la que, a dos días para el final, está a tiempo de pasearse como candidato del Partido Popular a la Alcaldía de Jaén. Noviembre está a la vuelta de la esquina y en los primeros días debe estar ya el pescado de las bendiciones vendido para esa cita congresual con la que comenzará la cuenta hacia atrás de las elecciones municipales. Qué más da adelantarse a unos tiempos en los que otros corren más que una liebre. Aquí te pillo, aquí te mato.

Mientras tanto, Julio Millán, que aspira a continuar en el sillón de la Alcaldía otros cuatro años más, supo presentarse a sí mismo, en los prolegómenos de este largo San Lucas, con la campaña “Somos Jaén Jaén”, con la que reunió a la militancia en la novena planta del Hotel Condestable, el lugar fetiche de ahora y de siempre para todos, independientemente del color y del signo.

No hay feria mejor aprovechada que esta para un alcalde y candidato que, de caseta en caseta y tiro porque me toca, pasea cartel sin que nadie le pueda hacer sombra. Esa es la ventaja de estar al pie del cañón de la gestión, de tener un grado de conocimiento alto y una buena valoración en las últimas encuestas, que también las hay. Comiendo pipas está el aspirante del Partido Socialista mientras otros piensan cómo y cuándo empezar a hacer el recorrido que llevará hasta la convocatoria electoral. Habrá días y meses para todo, eso sí, hasta hartar al ciudadano de mensajes directos e indirectos antes de que llegue mayo, pero el tiempo pasa, como la vida, y hay trenes que se pueden perder.

No habrá relevo, al menos de momento, porque tampoco resulta incompatible dirigir el Instituto Andaluz de la Juventud y presidir las Nuevas Generaciones (NN GG) del Partido Popular. Ana González continuará al frente de estas dos nuevas responsabilidades hasta que se celebre un congreso, donde la militancia, con el beneplácito del presidente provincial, Erik Domínguez, decidirá quién se sitúa en un cargo orgánico que para nada es baladí. Hay que tener en cuenta que los grandes responsables políticos en esta provincia “nacieron” al abrigo del sector juvenil de los partidos, como el actual alcalde, Julio Millán, en Juventudes Socialistas, o la propia delegada territorial de Salud, Elena González, también en NN GG. Volviendo al principio, la otra González, Ana, está llamada ya a ser relevada por una cuestión elemental: la edad. Natural de Bedmar ha trabajado como asesora en la Diputación Provincial y entre 2015 y 2019 formó parte del Consejo de Dirección de la Sociedad Municipal de la Vivienda (Somuvisa) del Ayuntamiento de la capital. Es técnica superior en Administración y Finanzas y en Secretariado y ha ejercido como agente comercial de seguros. Su nombre dará mucho que hablar en la política jiennense.

Eso de desempolvar las urnas parece que está de moda en una provincia que se prepara para elegir a sus alcaldes en mayo y, antes, al rector de la Universidad de Jaén. No es política lo que se dirime en el Campus de las Lagunillas, pero la campaña entre los cinco que ya tienen preparada candidatura simula a una electoral en toda regla. Por cierto, el sexto está entre la espada y la pared, no sabe si concurrir al cargo de rector o al de alcalde de Jaén. De todos es conocido que hay partidos que todavía no tienen un candidato claro y que buscan hasta debajo de las piedras un perfil profesional y con carisma dispuesto a rivalizar con Julio Millán, que no es poco.