Sin unidad electoral

Los que permanecen más a la izquierda, esas fuerzas políticas que pierden fuelle en las últimas convocatorias electorales, están peor que los actores de la serie “La que se avecina” y no hay visos de entendimiento con vistas a una convocatoria en la que juntos pueden llegar a tener el papel que otros emergentes les arrebatarán. Llevan meses de negociación, reuniones a puerta cerrada, ruedas de prensa en las que aflora la sinceridad y, sin embargo, la ausencia de entendimiento brilla en los prolegómenos de una cita, cuanto menos, interesante. Los jiennenses encontrarán dos papeletas el 28 de mayo. Por un lado, la de Izquierda Unida y Más País —se suman Verdes Equo, Recortes Cero, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Alcalá Suma— y, por otro, la de Podemos y Jaén, Sentido y Común. Las alianzas se rompen con respecto a los comicios de 2019, donde los verdes y los morados conectaron sus intereses y consiguieron los dos escaños que tienen en este momento. Mucho tiene que ver Huelma en esta historia.

Analizamos. Hace cuatro años hubo dos candidaturas en esta ala política después de los sonoros intentos de acudir de forma conjunta. Por un lado, Izquierda Unida y Podemos concurrieron en coalición como Adelante Jaén (ahora Unidas Podemos por Jaén). Por otro, presentó lista Jaén, Sentido y Común, partido continuador de la agrupación de electores Jaén en Común. La primera opción logró dos concejales, mientras que la segunda se quedó sin representación municipal.

Seguimos. La situación actual es totalmente rocambolesca. La ruptura del primer bloque es prácticamente imposible de salvar, de tal forma que hoy mismo está previsto que se ponga sobre la mesa quién es el candidato de Izquierda Unida y Más País frente al que hay elegido por parte de Podemos y Jaén, Sentido y Común, Francisco Sánchez del Pino, quien ganó en urnas internas al actual concejal, Javier Ureña. Ya se sabe que en este tipo de coaliciones todo se decide en asambleas abiertas y participativas para dar voz y voto a la militancia. Paréntesis aparte, las condiciones “leoninas” de las que habló en rueda de prensa la líder de Izquierda Unida en la provincia, Mamen Barranco, están detrás de ese diálogo hecho añicos e imposible de recomponer. Ella quiere que su coalición se presente en solitario en Huelma, donde hay una arraigada implantación, a cambio de aceptar al aspirante al bastón de mando que los otros eligieron democráticamente, pero los de Podemos no están por la labor. Su responsable provincial, Lola Rodríguez, está dispuesta a asumir las condiciones de sus contrincantes en esta batalla, pero no pasa por la imposición máxima de la perita en dulce de Sierra Mágina.

A las claras. Las espadas están en alto entre organizaciones con ideologías similares que, sin embargo, ven visos de respectivo aprovechamiento en la implantación territorial. El problema de fondo está en la Diputación. A Izquierda Unida, con setenta concejales en las diez comarcas jiennenses en el mandato que está a punto de expirar, le interesa más la provincia que la capital, de ahí que sus condiciones sean pensando más en los escaños que pueda llegar a tener en el Palacio de San Francisco que en la Plaza de Santa María, donde históricamente ha conseguido un mínimo de dos concejales. El problema de fondo es que tanta división no hará más que beneficiar al Partido Popular, porque la pérdida de fuelle de la izquierda como consecuencia de la dispersión del voto hará que se disipe la posibilidad de un pacto con el Partido Socialista que, por otra parte, tampoco convence a este tipo de alianzas. Jaén Merece Más asiste, mientras tanto, atónita a un espectáculo en el que aspira a ser actor protagonista. Veremos.

Llenó el salón familiar el candidato de Jaén Merece Más a la Alcaldía de Jaén de simpatizantes en su presentación oficial ante la ciudadanía. Manuel Carlos Vallejo, visiblemente emocionado, cobra fuerza en la recta final hacia una cita con las urnas en la que el partido nacido de una plataforma ciudadana espera tener la llave de la gobernabilidad en el Ayuntamiento de Jaén y rascar un escaño en la Diputación Provincial. Sorprendió ver entre el público exmilitantes del Partido Popular y del Partido Socialista, de la capital y de la provincia, gente desencantada con sus respectivos que busca en esas tres siglas acomodo y el derecho al pataleo. Pronto se conocerá el resto de la candidatura que acompañará al catedrático de la Universidad, incluidos aquellos que se fueron y volvieron y otros que, en este momento, piensan qué hacer con su vida. Hubo ausencias, sobre todo aquellas que tienen que ver con miembros de la plataforma ciudadana que, justificadas o no, se perdieron una puesta de largo que, sin lugar a dudas, será trascendental para el futuro de una organización que aspira a recoger el voto de los ciudadanos que están hartos de unos partidos y de otros y que consideran que Jaén ya sufrió bastantes discriminaciones negativas.

Ya está todo preparado para la celebración de las elecciones municipales del 28 de mayo, con dos cambios derivados del descenso de la población. Con un censo de 623.761 habitantes, Jaén elegirá en las urnas a 1.101 concejales, el mismo número que en los comicios de 2019, pero con dos excepciones. El Ayuntamiento de La Guardia de Jaén gana dos escaños por el aumento del número de censados, mientras que Albanchez de Mágina pierde dos, precisamente por todo lo contrario, la bajada poblacional. En las aldeas con menos de doscientos habitantes, continúa el problema de la eliminación de las mesas electorales. A ningún representante político le parece bien la orden, incluida la subdelegada del Gobierno, Catalina Madueño, pero nadie da un paso para corregir una medida que, eso sí, es legal.