Sin pescado vendido

No todo está ganado ni perdido. Aunque las encuestas dicen lo que dicen, la precampaña y la campaña pueden cambiar el voto de los andaluces ante la próxima cita con las urnas

30 may 2022 / 16:29 H.

Pueden decir las encuestas misa. La certera, la que de verdad importa, se disputará el 19 de junio, el día señalado en el calendario de 2022 para que los andaluces puedan elegir, en sus respectivos pueblos y ciudades, a la persona que dirigirá el Gobierno autonómico durante los próximos cuatro años. Los candidatos a estar en el candelero recorren miles de kilómetros en maratonianas jornadas para hacer llegar sus mensajes hasta el último rincón de Andalucía. El desfile comenzó con el encuentro del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con sus militantes en Torredelcampo y continuó la semana pasada con la visita a la provincia de los tres principales aspirantes a liderar San Telmo. Todos coinciden en una necesidad: la movilización del voto para intentar achicar las pretensiones de un partido, Vox, que infunde auténticas escenas de miedo.

El presidente de la Junta, el popular Juanma Moreno, centra su discurso en la mayoría que necesita para no tener que hablar con unos y con otros el día después. Consciente de que cuanta menos gente vaya a votar, mejor será para él, mueve su mensaje por derroteros ajenos a la movilización del voto. Su equipo defiende su marca personal por encima del partido y de las “trincheras” y su lucha se concentra en congelar su imagen de político moderado y transversal y evitar ruidos que puedan mover a otras militancias. Basta con asistir al paseo que protagonizó por uno de los trazados más representativos de la capital para darse cuenta del “tirón” de Juanma por dondequiera que va, lo mismo que demostró su fortaleza y aceptación social en la Romería de la Virgen de la Cabeza de Andújar.

El candidato del Partido Socialista, Juan Espadas, hizo parada en Beas de Segura y en Villacarrillo, donde sus vecinos se mostraron encantados con la posibilidad del tan buscado selfie en estos días de precampaña. Todo lo contrario de su principal contrincante, su arenga está en la necesidad de acudir a las urnas para que las matemáticas no fallen. El telón de fondo de su batalla está en la otra derecha, la que representa Macarena Olona, cuya elección abre la incógnita sobre si será un revulsivo para que Vox aumente los buenos resultados de las encuestas o si supondrá un efecto llamada para los votantes de izquierda. Alentar el miedo ante una posible entrada en el Gobierno de la Junta es como el pan nuestro de cada día de un partido que tuvo en poder en sus manos durante casi cuatro décadas y que, ahora, ve cómo Andalucía ya no es lo que era.

El ejemplo de que todo el pescado no está vendido se puede visualizar en Ciudadanos, cuyo máximo representante, Juan Marín, se dio un garbeo por Carchelejo y por Jaén con aceptación de los viandantes. No hay que dar por muerto a un vivo jamás, mucho menos en política, donde lo que hoy cuesta cinco céntimos, mañana vale cien. Nadie puede olvidar que funcionó el modelo de gobernabilidad en la legislatura que termina gracias a su lealtad y, ahora, toca diferenciarse del Partido Popular para caminar libremente por el camino del centrismo. Su gestión, en cinco consejerías y una vicepresidencia, tuvo un buen balance en el Gobierno andaluz. Ha ocupado carteras clave como Turismo, Educación, Economía, Empleo o Igualdad, aunque todo el rédito lo capitalizó el pez grande. El mandato terminó con los naranjas engullidos por sus socios, con quienes tuvieron una coalición de paz y sin sobresaltos, un ejemplo sobre cómo dos no se pelean ni uno no quiere que puede cundir en España.

Los tres Juanes se juegan su futuro político en unas urnas en las que unos tienen más que perder que otros. Votar, elegir libremente, es una cuestión de conciencia que, en una sociedad democrática, conviene practicar.

Once años con un tranvía parado que nadie fue capaz de resolver

Son múltiples, variadas y multicolor las denuncias que, estos días, llegan ante las diferentes juntas electorales que hay repartidas por las comarcas jiennenses. Salió a la luz pública la presentada por Jaén Merece Más por un eslogan usado por el Partido Socialista que, fonéticamente, se asemeja al suyo, una forma de armar ruido político que viene bien para estar en la palestra de forma permanente cuando hay ausencia de representatividad institucional. Ese caso fue ante la Junta Electoral de Jaén, pendiente de resolución definitiva. Hay otra, ya con resultado, ante la de Villacarrillo, mediante la que quedó desestimada una denuncia planteada por el representante general del Partido Popular de Orcera. ¿Qué ocurrió? Que la principal fuerza política de la oposición creyó que era contrario a la ley un acto que, por cierto, se celebra esta tarde. El Ayuntamiento, mediante un bando, convocó una sesión informativa con la presencia del portavoz de Agricultura en el Congreso de los Diputados, Juan Francisco Serrano, para dialogar sobre la situación actual de la agricultura y la práctica de la caza, con asuntos tan de actualidad como la entrada de la nueva Política Agraria Común para el ejercicio 2023 y la futura Ley de Bienestar Animal.

En corto. Habrá que esperar hasta después del verano

Cualquier convocatoria electoral que se precie es una oportunidad para dar a conocer a un candidato a la Alcaldía que se presenta por primera vez y cuyo grado de conocimiento por parte de la sociedad se plantea como una debilidad. Sin embargo, el Partido Popular esperará hasta después del verano para hacer oficial un secreto a voces. Mucho se tiene que torcer la “cosa” para que Agustín González no sea el próximo aspirante al bastón de mando de una fuerza política que está en la oposición en una ciudad en la que siempre jugaron con ventaja. Todo apunta que la presentación oficial del candidato no será después de las elecciones autonómicas, sino cuando el calor deje de apretar y las pilas estén bien cargadas. Por lo que pueda pasar.