¿Se imaginan?
Jaén Merece Más plantea un “acuerdo por Jaén” que implica un pacto con el Partido Popular y el Partido Socialista que, si llegan a entenderse, ¿para qué necesitarán los mayoritarios al tercero?
Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”. Lo escribió Pedro Calderón de la Barca en 1635 y, siglos después, recobra su sentido con un cautiverio de Segismundo comparable al que viven los aspirantes que rivalizan con el bastón de mando en la capital. Hay ocasiones en las que las situaciones reales se funden con una especie de espejismo que se puede traducir, al despertar, en pesadilla o, al contrario, a tenor del resultado de quien las vive. Sirva el preámbulo para introducir lo vivido la semana pasada en el asunto político de Jaén. La resaca electoral da para compilar un libro con frases que, sin lugar a dudas, harán historia.
La ilusión, la sombra, la ficción y, en general, el argumento de Jaén Merece Más después de conseguir irrumpir en el panorama municipal con tres escaños decisivos para los próximos cuatro años es puro sueño y, por lo tanto, en ese proceso que puede ser nocturno o diurno, las divagaciones no sólo son exclusivas de un bando. Lo mismo que está sobre la mesa un “acuerdo por Jaén” (término con el que sus dirigentes se sienten cómodos) anclado en un pacto tripartito, es decir, con el Partido Socialista y el Partido Popular, puede existir un estrechón de manos entre dos fuerzas políticas totalmente contrarias en las que, sin embargo, nadie cuestiona ese afán por trabajar para sacar a la ciudad del ostracismo. Tiene toda la razón del mundo el candidato socialista a la Alcaldía de Jaén, Julio Millán, cuando dice que, en caso de llegar a un acuerdo con los de la “ola azul” de Juanma Moreno, para qué hacerlo con Jaén Merece Más. Once más once son veintidós...
El caso es que puede pasar de todo en esta semana que significa la recta final hacia el pleno de investidura. Los ocho folios repartidos por el nuevo partido a los mayoritarios contienen de todo, desde proyectos con competencia gubernamental a iniciativas exclusivamente autonómicas, aunque escasean las municipales, que es lo que está en juego en este momento de la película. Es normal que Jaén Merece Más quiera ir a por todas cuando tiene en su mano la llave de la gobernabilidad. Lo que sorprende es que, después de dar el giro a la política, sus líderes se comporten como dirigentes de un movimiento ciudadano. Aquí la baraja es otra y, por lo tanto, el juego de cartas es totalmente diferente. La responsabilidad de las oportunidades históricas perdidas tiene que ser compartida entre quienes tuvieron la sartén por el mango y nunca se arriesgaron por temor a quemarse un dedo, pero la de decidir el color del próximo equipo de Gobierno es de quienes apostaron por la política y, sin embargo, ahora rehuyen de ella. No hay género para la duda cuando se trata de una máxima.
Las partes implicadas en el proyecto de llegar a un acuerdo trabajan intensamente, al más alto nivel, para intentar dar una respuesta satisfactoria lo antes posible, aunque siempre dentro de los límites de la cordura. El Partido Popular prometerá el oro y el moro, si es posible, para convertir a Agustín González en alcalde. El Partido Socialista se contentará con el cumplimiento de los pronósticos y ruegan a la Virgen de la Capilla una oración para que los tres concejales de Jaén Merece Más, Manuel Carlos Vallejo, María Espejo y Luis García, se voten a sí mismos en la sesión de investidura del día 17 para que Julio Millán continúe en su sillón cuatro años más. El melón está cerrado a cal y canto, duro como las piedras, pero, ya saben, hay ocasiones en las que los sueños se pueden llegar a cumplir. ¿Se imaginan?
Cambio de última hora sitúa a Juan Bravo al frente de la lista por Sevilla
Se adelantó el secretario general del Partido Socialista en Jaén, Francisco Reyes, a las preguntas de los periodistas. No dio tiempo a digerir las elecciones municipales cuando sorprendió, la semana pasada, con las candidaturas con las que la provincia concurrirá a las elecciones generales, con ausencias que, a tenor del lugar en el que se encuentra cada uno en la dialéctica, tampoco sorprenden. Era de esperar que Laura Berja y Felipe Sicilia se cayeran del cartel y entrara, por ejemplo, Ana Cobo, a quien Javier Perales, el alcalde de Linares en funciones, en el fondo le hizo un favor con esa maniobra mediante la que fue él el aspirante a continuar con el bastón de mando, y no ella, como se barruntaba entre la muchedumbre. La salida de la veterana Micaela Navarro, un referente nacional del socialismo, merece crónica aparte. En valor están, en esta legislatura, Juan Francisco Serrano y José Latorre. El caso es que ahora queda por conocer qué pasará con el Partido Popular. La lógica dictaba que sería Juan Bravo quien encabezara la candidatura al Congreso, pero lo hará, sorprendentemente, por Sevilla. ¿En qué posición quedará Juan Diego Requena? No de número uno, pero algo hay pensado para quien dejó el liderazgo sin hacer ruido.
EN CORTO. ¿Por qué no interviene el PSOE en el pacto tosiriano?
El Partido Popular fue el más votado en las elecciones municipales en Torredonjimeno, pero hubo empate a siete concejales con el Partido Socialista y tres logró Izquierda Unida. Hay posibilidad de pacto, pero no existe movimiento alguno para llegar a ello. En la oposición hay quienes se preguntan por qué no se produce una llamada desde la dirección —local o provincial— del Partido Socialista, cuando en otras ocasiones, como en 2007, sí hubo reuniones e intentos de acuerdo con Izquierda Unida. Aunque parezca incomprensible, no habrá unidad entre las dos fuerzas políticas para sumar esfuerzos e intentar que el bastón de mando no quede en manos del Partido Popular, que en la legislatura recién terminada apoyó a los socialistas en casi todas sus propuestas.