Reparto de liberaciones

El miércoles se celebrará la primera sesión plenaria ordinaria del nuevo Ayuntamiento de la capital en la que se aprobarán las liberaciones que tendrá cada concejal durante los próximos cuatro años. Se trata de dar el visto bueno a lo pactado en las últimas semanas entre los cuatro partidos políticos con representación municipal, porque hay que tener en cuenta que quienes se sientan en el salón de plenos comen, visten y calzan lo mismo que el común de los mortales, por lo que necesitan un sueldo para llegar a final de mes que, en la mayoría de los casos, procederá de las arcas municipales. Habrá veinte exclusividades de los veintisiete escaños que tiene la Corporación Municipal, aunque algunas serán a tiempo parcial.

Salvo imprevistos de última hora, que puede haberlos en dos días de eternidad, así quedará la “cosa”. El Grupo Municipal del Partido Popular tendrá nueve liberaciones y media, de los once ediles que consiguió en las recién celebradas elecciones. Cobrarán del Ayuntamiento todos, excepto Erik Domínguez, el número dos, que tendrá su nómina de la Junta de Andalucía. Y otra excepcionalidad: Vicente Oya mantendrá su actividad profesional en la Abogacía y tendrá dedicación al cincuenta por ciento. De los tres socios de Gobierno de Jaén Merece Más, tendrán exclusividad María Espejo y Luis García, de tal forma que el primer teniente de alcalde, Manuel Carlos Vallejo, continuará su trabajo como catedrático en la Universidad de Jaén, de donde obtendrá su sueldo como hasta ahora. Lo permite la ley de compatibilidades, por lo que conciliará sus nuevas responsabilidades políticas con las de docente.

En la oposición, el Grupo Municipal Socialista, con once concejales, tendrá cinco liberaciones completas y tres medias. Julio Millán, José Manuel Higueras, Carlos Alberca, Carmen Angulo y Francisco Javier Padorno se dedicarán a tiempo completo a la labor municipal. Los tres que tendrán el beneplácito del cincuenta por ciento están pendientes de cerrar, sobre todo porque tienen que estudiar cada caso de compatibilidad con sus respectivas obligaciones laborales. El partido restante que tendrá la encomienda de hacer oposición, Vox, se mantendrá como hasta ahora, con una liberación para Manuel Ureña y media para Eduardo Calvo.

Harina de otro costal serán los asesores, que se presumen que serán los mismos que escaños tiene el Ayuntamiento de Jaén. Empieza la selección también de gerentes y personal técnico que ayudará a cada grupo en los menesteres políticos de una legislatura que no será nada fácil, porque no es lo mismo una mayoría absoluta que un gobierno a medias y, además, pendiente de lo que puedan aportar otras administraciones públicas, porque el pacto entre el Partido Popular y Jaén Merece Más se sustenta en 100+1 medidas que, ante cualquier incumplimiento, supondrá la ruptura de un acuerdo firmado ante notario por las parte implicadas en el asunto en cuestión y, por cierto, con el secretario general de la nueva fuerza política, el abogado Javier Marín Gámez, fuera de juego por culpa de quienes lo apartaron de la jugada sin decir “esta boca es mía”.

¿Cómo fue hace cuatro años? El Partido Socialista contó con la exclusividad del alcalde, Julio Millán, y otras ocho más; Ciudadanos tuvo tres liberaciones completas, mientras que la cuarta fue para la portavoz, María Cantos, al 90 por ciento. Lo que llovió después... Para el Partido Popular fueron seis liberaciones, una de ellas repartida en dos medias. Adelante Jaén disfrutó de una y media que se la repartieron sus dos concejales al 75 por ciento. A Vox le correspondió lo mismo, aunque en este caso la portavoz, Salud Anguita, se quedó con una completa y la media restante fue para Manuel Ureña. Las matemáticas nunca fallan.

No será el Partido Popular el que rescate a Rosario Morales de Coca, sorprendentemente, sino Jaén Merece Más. La exconcejala regresa al panorama político con su nombramiento como gerente de Cultura gracias a la elección realizada por María Espejo. Será, sin lugar a dudas, una de las principales sorpresas del equipo que conformarán los socios de un equipo de Gobierno que tendrá perfiles políticos y técnicos a partir del segundo escalafón. Rosario Morales de Coca, que empezó en esto de lo público con el extinto Partido Andalucista, llegó a ser secretaria provincial y delegada de Turismo. José Enrique Fernández de Moya la fichó, en la legislatura de 2015, donde fue concejala de Turismo, pero Javier Márquez prescindió de ella en el siguiente mandato y, sin embargo, continuó en silencio un trabajo que, ahora, tiene recompensa.

Es una mujer. Se presentó a las elecciones municipales de 2019 a la Alcaldía de su pueblo y a punto estuvo de ser alcaldesa, pero no lo consiguió. Tampoco en 2023, pero es una de las promesas del Partido Popular con proyección en la provincia. Dará el salto del municipio del Alto Guadalquivir a la Delegación Territorial de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, vacante desde que Francisco Joaquín Martínez tomó posesión de su cargo. No está del todo cerrada la propuesta, pero los “tiros” van por ahí, sobre todo después de descartar un perfil técnico para un área que dirige Rocío Blanco desde Sevilla. Pendiente de ratificación está su nombre, encima de la mesa desde hace semanas.